Fútbol 5: clientes fijos, pero no sacan abono

La proliferación de la práctica del fútbol 5 en la ciudad llevó a la creación de nuevas canchas. Ahora cualquier terreno es apto para emparejar, colocar los arcos, marcar las líneas y, con un par de vestuarios, largar con el alquiler. No puede fallar, porque cada vez más gente se calza los cortos y se divierte con amigos. Ya hilando más fino, la oferta comienza a diferir de acuerdo al complejo, la experiencia, el tipo de piso, la luz y hasta la atención. Y para competir hay que estar en todos los detalles porque el cliente es fiel, pero ahora tiene más para elegir.

"La cancha está pensada para 9 jugadores, pero se meten 11 contra 11 y nosotros los dejamos”

“Fuimos los primeros en traer pasto sintético”, asegura Nora, de Tiempo Extra, un complejo que está desde hace tres años en el pasaje Callao, cerca del Hospital, que es propiedad de Facundo Quiroga, un puntano que triunfó en Alemania, pasó por River y hasta se dio el gusto de jugar en la Selección Argentina. Hizo esta inversión y la maneja su papá, ya que sigue viviendo en Buenos Aires.

Tiempo Extra tiene dos canchas, ambas sintéticas, una de la modalidad de cinco y otra de nueve, “aunque se meten 11 contra 11 y nosotros los dejamos”, dice Nora. Están hace tres años y la encargada cree que se compite “con la calidad del piso, los servicios y la simpleza, no abarcamos más de lo que podemos”. Está convencida que el futbolero tipo “viene, juega y se va, a pesar de que tenemos duchas con agua caliente y todo el confort”, pero que igual hay una fidelidad entre las partes. “Acá no pedimos seña, reservamos de palabra, y todos cumplen”, jura. La hora en la cancha de fútbol 5 cuesta $180 y en la grande $350, no importa si es de día o de noche, no cobran la luz.

La Torre es otro complejo de la ciudad, pero en su caso con una trayectoria de 20 años, que lo hace todo una referencia. Tiene una cancha de sintética de fútbol 5, una de tierra para jugar de siete y una de fútbol tenis. Ellos sí tienen tarifa diferencial cuando hay que prender los reflectores: la de cinco cuesta $200 y $240, la de siete $180 y $220 y la de fútbol tenis $60 y $80. Además han desarrollado el hockey y muchas chicas van a aprender los secretos del stick y sueñan con llegar a las Leonas. La inscripción es de $110 y hay que pagar $260 por mes por las clases. La de fútbol, que es a partir de los cuatro años, cuesta lo mismo.

Lo que une a ambos complejos es el tipo de cliente. Gente habitual, que repite la visita semanal como un ritual, aunque no paga abono. En el caso de La Torre deja una seña que la va corriendo semana a semana. Eso sí, no fallan nunca. Y mejor que sea así, porque siempre hay algún grupo sin reserva que está esperando para adueñarse del espacio.

Un emprendimiento que crece es Fútbol City, único con dos sucursales sobre Aristóbulo del Valle. El original está en el cruce con Justo Daract y el más nuevo en Riobamba, en terrenos de un conocido supermercado local. El menú es variado, se puede jugar de cinco, seis, siete y hasta 11, con la particularidad que todas las canchas tienen pasto sintético homologado por la FIFA. “El común de las canchas tiene alfombra o una especie de plástico, éste es el piso que tienen los equipos de primera para sus campos de entrenamiento, como  Casa Amarilla, el predio de Boca”, explica Eduardo, uno de los propietarios.

Los precios varían de acuerdo a si se juega antes o después de las 18. Con luz diurna, la hora cuesta $190 (fútbol 5), $240 (6) y $310 (7), de noche va de $230 a $350. Pero hay promociones todos los días: 25% de lunes a viernes de 15 a 17, sábados de 14 a 17 y domingos en cualquier horario. El mismo descuento se aplica para cumpleaños, eventos especiales y fiestas infantiles. Los propietarios están abiertos a alquilar sus canchas para torneos empresariales y campeonatos de cualquier tipo.