Secretos de poda para una planta equilibrada

Unos cuantos cortes en el sitio y momento apropiados aumentan la calidad de la producción, equilibran la carga por planta y previenen el ataque de enfermedades. Es por ello que el Ministerio del Campo organizó un curso de poda destinado a productores de ocho establecimientos vitivinícolas de la provincia. La jornada técnica fue en los prolijos viñedos de Estancia Los Coros, ubicada en Beazley. 

Al margen de que la planta se encuentre en un suelo rico o pobre, es posible equilibrarla mediante la cantidad de agua, fertilizantes y con una poda apropiada.

Tijeras en mano, el ingeniero agrónomo Marcelo Rivero, invitado de Mendoza por el ministerio, recorrió los pasillos de las 50 hectáreas con sistema de riego a goteo, dedicadas al cultivo de las variedades Malbec, Cabernet Sauvignon y Sirah, donde impartió una clase "a campo" sobre los secretos de poda para obtener una planta bien equilibrada.

Tras la didáctica exposición, el enólogo de Los Coros, Gustavo Silvestri, guió al grupo en una visita por la bodega donde explicó el funcionamiento de las maquinarias y el circuito de los frutos, desde la vendimia hasta el embotellado. El encuentro finalizó con un almuerzo para todos los participantes y una degustación del flamante Syrah, que en breve saldrá al mercado. 

La primera lección del día fue definir en qué consiste la poda. "Podar significa remover sarmientos, brazos, y otras partes que están vivas, con el propósito de alterar el hábito de crecimiento natural de la cepa y adecuarla a las necesidades del productor", detalló el ingeniero agrónomo.

Y entre los objetivos de esta práctica enumeró los de mantener la planta de una forma tal que facilite el manejo del viñedo, aumentar la calidad y cantidad de producción, seleccionar yemas que produzcan brotes fructíferos, regular el número de brotes y, por ende, el número y tamaño de los racimos, equilibrar la carga y prevenir el ataque de enfermedades criptogámicas (peronóspora, oidio, botritis), además de simplificar la tarea de cosecha.

Cada cosa a su tiempo

Si bien no es conveniente podar antes de las heladas tempranas, el ingeniero agrónomo señaló que se puede empezar cuando las hojas están completamente amarillas o caen, es decir, cuando ya no fotosintetizan. Por lo tanto, la franja de poda se extiende desde la caída de las hojas hasta el estado de yemas hinchadas (antes de que inicie el movimiento de savia).

“Mientras que la poda temprana retarda la brotación, afectando el almacenamiento de carbohidratos en las zonas leñosas, la tardía puede retrasar la brotación durante varios días, y aun semanas”, observó Rivero.

Algunas consideraciones a tener en cuenta al momento de podar son la variación de la fertilidad de las yemas a lo largo del sarmiento, la respuesta de la planta a la poda del año anterior, es decir, la riqueza de la labor (número total de yemas francas dejadas por planta), número y calidad de los sarmientos producidos (porcentaje de brotación), y número de racimos producidos.

El ingeniero recordó que cuando existe exceso de vigor, los sarmientos son más largos y aplanados y, por lo general, no brotan bien, por lo que no se deben elegir como elementos de poda.

Además, hay que tratar de distribuir la carga de manera que los futuros brotes puedan recibir de modo apropiado la luz del sol para que así las yemas se transformen en frutales.

Otro factor a tener en cuenta es la sanidad de las plantas, ya que las plantas peronosporadas dan mala brotación de yemas. No obstante, la mala brotación puede ser a causa de otros factores como: heladas tardías, problemas de suelo, mala nutrición, mal manejo de poda (exceso de sombra), falta de vigor, o deficiencia de agua, enumeró el podador.

Luego explicó que en parral conviene llevar la poda hacia arriba (con los sarmientos en el plano horizontal), para tener mejor insolación, lo cual redunda en mayor fructificación. “Además, de ese modo, los racimos tienen mejor aireación y menor humedad, lo que evita las condiciones que propician el ataque de enfermedades como peronóspora, podredumbre y oidio”, agregó.

Tanto en espaldero como en parral hay que tener en cuenta la distribución uniforme de la carga que facilite el resto de las tareas. Por eso Molina advirtió que un pitón, por lo general, es un elemento de carga más seguro, pero tiende a absorber más nutrientes y deprimir la planta si ésta no está bien fertilizada Señaló también que todos los cortes mayores a 2,5 centímetros de diámetro deben ser pintados con pintura al látex  y un fungicida (benlate, oxicloruro de cobre) para evitar el ingreso del agente causante de la enfermedad conocida como "hoja de malvón". "La vid es una liana. Esto explica que los brotes de las yemas terminales con sarmientos colocados verticalmente crezcan con mayor vigor. Por eso, para tener un desarrollo de brotes más uniformes es aconsejable arquear suavemente los sarmientos", explicó el ingeniero.

A continuación aclaró que la poda equilibrada —enmarcada dentro de la llamada "poda de fructificación"— es aquella que permite dejar el número de yemas compatibles con el vigor de la planta, repartidas entre los elementos (pitón y cargador) en número y longitud adecuados. "El número de yemas es lo que se conoce como carga. Una carga excesiva lleva aparejada una cosecha desproporcionada a la superficie foliar perjudicando su madurez y calidad mientras que una carga insuficiente lleva implícito un vigor excesivo de los brotes que también va en contra de la calidad y atrasa la maduración", precisó el especialista.

Y luego dio algunos consejos sobre la elección de los elementos de poda.Rivero expresó que son preferibles los sarmientos maduros y sanos, con yemas globosas y redondeadas. "No hay que podar sobre yemas de sección triangular y de punta marcada. En caso de sarmientos con daño de granizo,  deben privilegiarse las yemas formadas en primer término en la temporada anterior, que son las primeras de abajo hacia arriba. Esto quiere decir que, salvo excepciones, será conveniente dejar un buen número de pitones", advirtió.

La selección de los cargadores, por otro lado, depende de la calidad y la posición en el sarmiento. Un sarmiento fértil tiene como características esenciales una longitud media de entrenudos de 6 a 8 centímetros, un diámetro promedio de entrenudo de 7 u 8 milímetros, y un aspecto bien maduro tanto en color como en dureza. "Hay que buscar sarmientos bien expuestos a la luz: esto asegura un buen agostamiento y mejor fertilidad de las yemas", recomendó.

También observó que para la ejecución de los cortes, las tijeras deben estar bien afiladas y los cortes tienen que realizarse un poco por encima de la yema y no al ras de ésta, de forma de evitar que el trozo de madera que se seca interrumpa la comunicación de la yema con la madera, lo que puede provocar su muerte. "Los cortes sobre las yemas deben realizarse a bisel en sentido contrario al de las yemas para que cuando llueva el agua no escurra hacia la yema", explicó.

En otro momomento habló sobre la riqueza, que está referida a la cantidad de yemas principales dejadas en la poda, independientemente del tipo que se realiza. "Se refiere generalmente al número de yemas por metro lineal o por hectárea", resumió el ingeniero.

Y distinguió cuatro tipos en total: "Muy Pobre, con menos de 30.000 nudos por hectárea. Típico de viñedos con poca expresión vegetativa, como espalderos bajos y sistemas en cabeza. Pobre, de 30.000 a 60.000 nudos por hectárea. Se da en viñedos de poco vigor, sobre espalderos tanto como poda Guyot, como con cordones bilaterales. Media: de 60.000 a 90.000 nudos por hectárea. Típico en espalderos altos con buen vigor y expansión vegetativa y parrales con vigor medio. Y rica: de 90.000 a 120.000 nudos por hectárea. Se da en parrales para vinificar con alto vigor.