Osvel Costa graba en la Casa de la Música

Una de las características del ingeniero musical Osvel Costa es la precisión con la que trabajó en las obras musicales que pueblan de  clásicos al rock nacional. El productor -que por estos días está en la Casa de la Música- trabajó en discos de Charly García, Fito Páez y "Los Redondos". Suma a su trayectoria la participación en  “Grabá tu demo”.

"Más que la música, lo que me queda son las anécdotas"

Estar detrás de la consola y no delante es una de sus virtudes. Osvel dudó aceptar la charla con ETC., pero con la excusa de hablar sobre lo que le gusta, finalmente se relajó y contó muchas de las historias que protagonizó.
Cuando llegó, su primera mirada se reflejó en la instalación y los equipos de la Casa de la Música. Justo él, que pisó los mejores estudios del mundo, al principio no se vio sorprendido especialmente,  pero al tiempo descubrió lo impresionante del emprendimiento.  “No hay lugares de este tipo en Argentina. No sólo porque técnicamente es complicado de hacer, sino porque desde el punto de vista económico es difícil de sostener”, dijo. 
La experiencia de participar en 250 demos, casi en su etapa final,  será parte de su vida laboral. “Lo más difícil ya pasó”, contó con risa nerviosa. Y como masterizó todo y los escuchó, tiene autoridad para llegar a sus conclusiones: “En el nivel hay de todo. Esto es una pirámide: más arriba el mejor nivel, para abajo descendés pero no por la falta de experiencia, sino porque el músico seguro grabó como pudo”. 
Costa vio que el proyecto le sirvió a los músicos sanluiseños no sólo para conocer unos estudios en serio, sino para valorar y apreciar lo que es trabajar con un técnico y un ingeniero.
“La Casa de la Música levantó el nivel y debe mantener la excelencia”, sentenció y se atrevió a poner la vara más alto. “Esto es algo inédito en el mundo: gente que no tiene experiencia, o que nunca tendría la oportunidad de entrar a un estudio grande, acá tiene ese lugar”.
Casi 60 años y con cuarenta como ingeniero de grabación, mezcla y mastering, Osvel tiene cuerda para recordar sus comienzos a los 17 como asistente en ION, y a los 20 ya grababa. Entre otros, trabajó en los estudios discográficos “Panda”, “Circo Beat” -de Fito Páez- y “El pie”, de Alejandro Lerner.
A la hora de elegir, Costa no duda: “El más emblemático es ION, es el que más historias tiene por la cantidad de artistas que pasaron” rescató. 
Hace cinco años Costa se asoció con Jorge "El Portugués" Da Silva (otro mítico productor de la música nacional) para instalar  su estudio propio, “CeroUno Estudio”, donde hacen la preproducción, mezcla y ecualización de muchas bandas, entre las que predominan las de folclore y tango. “Es lo que más se graba en Buenos Aires”, aclaró.
La pericia de sus dedos en la consola quedó registrada en los surcos de vinilos de Liliana Herrero y Mercedes Sosa, de Charly García, Luis Spinetta y Fito Páez. “Lo que me queda de todo eso, más que la música, es el recuerdo, las anécdotas”.
Para su gusto -y el de Fito- “Tercer mundo” es el mejor disco de su carrera. Entre las disidencias se encuentra “La hija de la lágrima”, un disco que a Costa le gustó mucho pero a su autor no tanto. 
“Hasta el día de hoy me llaman para preguntarme sobre algunas de esas sesiones históricas”, dijo Osvel que trabajó también en el mítico "Oktubre", de "Los redonditos de ricota". 
“Ese trabajo ya pasó a ser algo más que el disco en sí. En el imaginario popular y en las generaciones posteriores, va a seguir teniendo trascendencia”, señaló.
Las canciones que más suenan en las misas ricoteras pueblan esa placa, pero “en ese momento no tomaba conciencia de lo que estábamos haciendo”, comentó.  “Nunca sabes lo que va a pasar con un disco”.