Una gira internacional con todas las letras. Eso cumplieron (además de un sueño) Miguel Ángel Reinoso y Jorge Rosales, los guitarristas puntanos que hicieron 45 shows entre España y Portugal como parte del acompañamiento musical de la Compañía de Arte Folclórico de Neuquén.
Once delegaciones participaron del festival. Los guitarristas fueron los únicos puntanos.
El grupo hizo presentaciones durante el "Festival Internacional de Folclore" y permitió que los puntanos hicieran sets de solos de guitarra con los que cautivaron al público.
Los músicos no sólo forjaron lazos con su audiencia, sino que también hicieron buenas migas con las demás delegaciones, en especial, y aquí hay una sorpresa, con los rusos.
Fue tal la buena convivencia que Rosales instrumentó uno de los tangos de Piazzolla para la delegación europea. "A ellos les gusta mucho eso. Solíamos juntarnos a las noches, después de las actuaciones, y se volvían locos escuchando tango", contó Miguel Ángel.
En total, fueron once delegaciones las que viajaron al encuentro. Hubo sudafricanos y coreanos como para demostrar la diversidad. Pero de la amistad con los rusos fue que surgió la posibilidad de una presentación en el país de Dostoievski para mayo del año que viene.
"Ellos tienen un festival muy importante, cuando empieza la primavera. Es exclusivamente de música, no de danza, entonces nos invitaron para esa época", reveló Jorge. Además, esa visita podría catapultar la posibilidad de viajar por toda Rusia en gira con sus colegas.
Más allá de la amistad, los otros músicos también vieron la gran respuesta que los puntanos obtuvieron del público cada vez que subieron a un escenario.
"La parte instrumental tuvo mucho éxito porque dentro de la compañía nosotros teníamos una parte especial en la que entrábamos con la guitarra y tocábamos una selección de tangos. Los dos solos. Empezamos a tener tal éxito que sólo lo hicimos hasta la cuarta presentación, porque empezaron a ver que la gente nos prestaba más atención a nosotros que al baile", apuntó Miguel Ángel.
Como la última actuación de la gira fue en Tenerife, Rosales y Reinoso tienen frescos los recuerdos de ese recital. "España es un país de mucha guitarra. Y Miguel toca mucho y rápido. A la gente le encantó lo que hicimos, tuvimos que salir a saludar nuevamente porque no nos dejaban ir", recordó Jorge.
Si bien el tango es necesario en un festival internacional, los puntanos se la pasaron haciendo folclore -en todas sus variantes, cuyano también, por supuesto- en todas sus presentaciones.
"Tocamos algunas tonadas y cuecas. Nos enorgulleció ver cómo recibían nuestra música los españoles", aseguró Miguel.
Rosales explicó que, por lo general, el público europeo reconoce la música folclórica nacional en la chacarera y el malambo. "Nosotros queríamos mostrar otra cosa", explicó.
Todos esos momentos, acompañados con vivencias más cotidianas, como tener que cenar a las cinco de la tarde o conocer el interior de una universidad (el lugar que los alojaba), conforman la nueva base de recuerdos del dúo, junto con algunas anécdotas.
Una de las más recordadas fue cuando Miguel Ángel tuvo que hacer los arreglos para que todos los músicos del festival tocaran una canción tradicional portuguesa.
"Ahora nos han propuesto una gira para todo el año por China, Japón y Corea. Más la posibilidad de viajar antes por toda Europa y luego saltar a Asia", adelantó Rosales, definitivamente envalentonado en eso de mostrar su música en el extranjero.
"También tenemos una propuesta de México en noviembre, pero todavía no decimos que sí porque hay que arreglar muchas cosas relacionadas con nuestros trabajos. Tenemos hasta el 16 de setiembre para contestar", continuó.
A ese trabajo también se suman algunas obligaciones que tienen con su conjunto, "Las voces de Cuyen", con quienes todavía tienen que terminar de grabar las canciones en La Casa de la Música, un proyecto que comenzaron antes de irse.
Además, aún resta mostrar al público puntano el talento que ha estado disfrutando la gente del mundo. "Si vamos a Costa Rica (N de la R: otra invitación más que tienen para noviembre), a la vuelta estábamos pensando en hacer un auditorio, sólo nosotros dos. Y ver cómo nos va, porque ya que estamos pregonando lo nuestro por el mundo, estaría bueno poder presentarnos en los festivales de acá. ¿Cómo puede ser que toquemos afuera y en nuestra tierra no?", se preguntó Jorge y esperó alguna respuesta.
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