Fieles repararon imágenes que habían sido destrozadas

Semanas atrás un grupo de personas, que aún no pudo ser identificado, cometió actos vandálicos en diversos sectores de Justo Daract y dañaron y robaron figuras religiosas que se encontraban en la vía  pública. Un grupo de vecinos tomó el asunto como propio y refaccionaron, junto a gente de la parroquia, los daños causados. El fin de semana reinauguraron parte de las nuevas imágenes religiosas.
Una serie de hechos que atentaron contra la tranquilidad de los residentes de Justo Daract se sucedieron y dejaron como saldo cuatro estatuas de cerámicas arrancadas de sus ermitas. Algunas estaban partidas en dos o más pedazos, otras directamente faltaban de su lugar de origen. “Todo pasó en el ingreso del pueblo. Allí se encontraban las representaciones de San Expedito dentro de una caja de vidrio y la Virgen de la Misericordia, una figura con una presencia importante. Los dos daban la bienvenida a quienes vivimos aquí y a quienes nos visitaban. Luego, el mismo día y casi a la misma hora, la Virgen Niña que estaba a unas 20 cuadras fue sustraída, a dos cuadras donde antes estaba el Divino Niño que también lo robaron, pero el año pasado. Fueron actos de vandalismo masivo”, relató el padre Eduardo Rivero, encargado y administrador de la parroquia Jesús Obrero.
La consternación de los vecinos no hizo más que despertar el ánimo de solidaridad y comunidad. Luego de los aberrantes episodios de violencia, comenzaron una colecta para reparar lo que se había roto. “Aún no podemos entender por qué sucedió, no sabemos si fue en venganza o descontento por alguna cuestión política o religiosa. Pero lo que sí puedo asegurar es que esto despertó a los ciudadanos porque decidieron tomar cartas en el asunto, juntos, feligreses y aquéllos que no creen. Algunos juntaron pintura, madera, vidrios y otros aportaron su mano de obra”, dijo el sacerdote.
Una de las familias daractenses, ofrendó una imagen de cera de San Expedito. “Siempre visitamos la Virgen que está al comienzo de la ruta porque vivimos cerca y además somos fieles. Cuando nos enteramos lo que pasó nos pusimos realmente mal porque fue un desastre, rompieron todo. Creo que nos tocaron a todos como vecinos y ciudadanos ya que forma parte de nuestra cultura, fue por eso que decidimos donar una de las estatuas”, expresó un vecino en representación de la Fraternidad de Ferroviarios.
Pero la movilización no quedó ahí, los residentes junto a los representantes se presentaron a los medios locales para pedir justicia. “Nos reunimos con el objetivo de pedir que investiguen la causa y encuentren a los culpables, hicimos la denuncia correspondiente ante la ley y aún no tenemos respuestas”, manifestó el padre Rivero.
El fin de semana reinauguraron las nuevas figuras. "Vino mucha gente, rezamos y pedimos por la tranquilidad del pueblo. Aún nos falta remendar las que fueron robadas, pero todos trabajaremos para eso", dijo el párroco.