Policías de Quines bajo la lupa por un combo de delitos en la región

Este fin de semana, la expectativa y la incertidumbre en la sociedad respecto de los cinco agentes de investigaciones de la Policía de San Luis continúa en crecimiento, pero una punta del escándalo podría comenzar a conocerse desde el próximo lunes. Es que ese día podrían declarar los supervisores de cinco efectivos pasados a disponibilidad el 10 de octubre. Estos agentes, pertenecientes a la Dirección General de Investigaciones con asiento en Quines, están bajo investigación por delitos graves, entre ellos una posible extorsión a un empresario por una suma millonaria. La Unidad de Abordaje Fiscal es la encargada de esta investigación, que podría revelar complicidades internas y conexiones con otros hechos delictivos recientes.
Los policías involucrados, dos cabos, un suboficial y dos oficiales, fueron apartados de sus funciones por orden del jefe de la Policía, y actualmente se enfrentan tanto a denuncias penales como administrativas. Según fuentes internas, la Dirección General de Asuntos Internos comenzó a investigar a los efectivos luego de una serie de denuncias que señalan su participación en actividades ilícitas en la zona del Departamento Ayacucho desde mediados de 2023.

El inicio de las denuncias y las acusaciones internas
Uno de los puntos de partida de esta investigación fue la denuncia de un subcomisario contra su superior, un comisario, por irregularidades en su función. Tras un conflicto sobre su situación laboral, el subcomisario decidió llevar el caso a Asuntos Internos, donde reveló detalles inquietantes sobre las actividades de estos efectivos. Entre las acusaciones que surgieron se mencionan delitos como robo de hacienda y asalto a mano armada.
Uno de los casos más resonantes es el de un brutal asalto a un productor en el paraje El Vinagrillo, cerca de Luján. Según las fuentes consultadas, este hecho, ocurrido el 29 de enero, está bajo sospecha de haber sido planificado con información privilegiada. La familia del productor sostiene que el ataque no podría haberse llevado a cabo sin la complicidad de personas que conocían los movimientos de la zona, e incluso sospechan de la actuación policial.

El robo al productor: ¿una conexión no abordada por la fiscalía?
El productor, de 71 años, fue atacado en su campo por un grupo de hombres que lo golpearon, lo ataron y le exigieron una importante suma de dinero.
El robo, que incluyó armas y documentos, estuvo minuciosamente planificado, según sus familiares, que apunta a que los ladrones contaban con apoyo externo. Sin embargo, esta línea de investigación aún no ha sido abordada por la fiscalía de instrucción, que ha centrado sus esfuerzos en esclarecer otros aspectos del caso.
"Nosotros creemos que quienes entraron tenían información precisa, alguien les pasó datos", declaró un allegado al productor. "Incluso antes de huir, cortaron los cables de internet y rajaron las cubiertas de la camioneta, claramente querían impedir que pidiera ayuda". A pesar de las pruebas aportadas, hasta el momento no hay detenidos ni se han realizado avances significativos en la causa.

El rol de los policías investigados
Lo que ha generado mayor inquietud es la posibilidad de que los cinco policías apartados hayan estado involucrados de alguna forma en el Informe Policial Homologado (IPH) que se labró el día del asalto.
La familia del productor, aunque no ha obtenido respuestas concretas, sospecha que estos efectivos pudieron haber omitido información clave en el proceso de instrucción o haber tenido algún tipo de participación en el delito. No obstante, esta posibilidad no ha sido confirmada ni desmentida por las autoridades judiciales.
La declaración de los supervisores prevista para el próximo lunes podría arrojar luz sobre estos puntos oscuros en la investigación.
Mientras tanto, la familia del productor sigue exigiendo que se investiguen todas las conexiones posibles, sin descartar la participación de policías o personas con acceso al lugar. "Queremos que esto se aclare de una vez por todas, no importa quién esté involucrado", insistió uno de los familiares.

La espera por justicia y la incertidumbre
Han pasado casi tres meses desde el ataque al productor, y aún no se han realizado avances significativos. La familia ha hecho todo lo posible por aportar pruebas y colaborar con la fiscalía, pero el caso parece estancado. "Lo único que hemos recibido son dilaciones. Mi padre sigue recuperándose de las heridas, y mientras tanto, los culpables siguen libres", lamentó un miembro de la familia.
Con las declaraciones de los supervisores a la vuelta de la esquina, la tensión en la comunidad y dentro de la Policía crece. Se espera que este nuevo paso en la investigación permita esclarecer las denuncias que envuelven a los efectivos apartados y, eventualmente, desarticular una posible red de corrupción dentro de la fuerza.
Este fin de semana, la expectativa está centrada en lo que sucederá el lunes, cuando se determine si los supervisores darán información clave que permita avanzar en la causa. Las dudas sobre la integridad de la fuerza policial siguen presentes, y las sospechas de la familia del productor resuenan cada vez con más fuerza, aunque aún no hayan sido formalmente abordadas por la fiscalía de instrucción.

Redacción.