La última función del grupo TIM en su sala de Villa Mercedes será hoy con "No hay que llorar", la obra de Roberto Cossa con la que transitaron más de la mitad del año.
La familia disfuncional que celebró varias funciones en la sala tendrá en su despedida la actuación de Grisel Pollachi, Graciela Cony, Desiree Boivin, Carlos Ferreyra, Alejandro Mariño y Fabián Zerdá.
La obra comenzará a la 22 y servirá para que el público observe por última vez en el año al grupo villamercedino.
En rigor, los amantes del teatro tendrán la posibilidad de contemplar al menos otras dos veces producciones del TIM dirigidas por Adriana Bazzano.
En parte, el elenco terminará su año de presentaciones en su sala más temprano porque está abocado a los ensayos de la obra que presentará las cuatro noches de la Fiesta Nacional de la Calle Angosta.
Como el año pasado, el grupo será el encargado de abrir las noches festivaleras con una obra de tinte costumbrista que tendrá 90 actores en escena y que está insumiendo mucho tiempo en la directora y los actores.
"Queremos hacer algo que sorprenda a la gente. Estamos trabajando con mucho entusiasmo para eso", dijo Bazzano.
Además, el grupo prepara la reposición de una escena de una vieja obra que se presentará para el día de Villa Mercedes, en coincidencia con la inauguración del Centro Comercial Cielo abierto.
"Es un fragmento -dijo Adriana- en la que representamos con mucho humor el asalto que Butch Cassidy hizo en el Banco Nación de Villa Mercedes".
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