Buscan que las obras sociales reconozcan la equinoterapia

Falta poco para que la equinoterapia aparezca en el listado de tratamientos que sí cubren las obras sociales. Y es que la Cámara de Diputados le dio media sanción a un proyecto para regular la actividad y reconocerla como práctica médica, para que las mutuales decidan incluirla entre sus beneficios. La iniciativa, que obtuvo el visto bueno de todos los legisladores en la última sesión ordinaria del año, especifica las condiciones que deben cumplir los centros que presten el servicio y qué órgano del Ejecutivo se encargará de hacer cumplir la norma, en caso de que reciba la aprobación del Senado.

“El mundo médico lo pide como tratamiento, ya sea para quienes sufrieron un accidente y quedaron con secuelas físicas, como para personas con síndrome de down o autismo. Son terapias que ayudan muchísimo y no se las podemos negar. Pero hay una resistencia en las mutuales a cubrirla por el hecho de que no es una práctica legislada”, dijo Luis Martínez, representante del bloque Compromiso Federal, para justificar la propuesta. Y aclaró que si bien Dosep ya la autoriza y tiene un convenio con el centro de Terrazas del Portezuelo, la ley la obligará a cubrir ese tratamiento y posibilitará que otras mutuales o prepagas también lo hagan. “No podemos legislar sobre las obras sociales sindicales, porque corresponden a una normativa nacional. Pero será una punta de lanza que le permitirá a un montón de pacientes acceder a la práctica y esgrimir esta disposición como un antecedente”, añadió.

De acuerdo al proyecto, la equinoterapia es una disciplina integral, que complementa los procedimientos médicos tradicionales para rehabilitar a personas que sufren alguna discapacidad mediante el trabajo con caballos que están entrenados específicamente para esa actividad. Y los órganos que prestan el servicio deben contar con un equipo de profesionales de las áreas de salud y educación, más personal que se encargue de las tareas de mantenimiento.

Además, el documento establece que los centros tendrán que cumplir con las disposiciones que disponen la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos y del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria en relación al control y traslado de los caballos. Incluso los veterinarios que los asistan deben estar registrados en el ente que nuclea a los especialistas a nivel nacional.

Otro de los requisitos es que los predios donde se realice la actividad cuenten con caballerizas, establos, zonas de descanso para los animales y otra área de servicios para los pacientes. Y todas las instalaciones deberán adaptarse a la Ley de Accesibilidad de personas con modalidad reducida, que implica la colocación de rampas y plataformas especiales para subir y bajar del caballo.

“Yo me comuniqué con todos los centros que desarrollan la actividad en San Luis y que son el de Terrazas del Portezuelo, el de Potrero de los Funes, uno en San Francisco, otro en Villa Mercedes y uno en Merlo. Y además, me comuniqué con más de cincuenta organismos que están en diferentes puntos del país que enviaron sus propias legislaciones  y requisitos, en base a la experiencia”, explicó Martínez, quien aseguró que en la provincia hay varias sedes hípicas que podrían convertirse en sitios donde se brinde el servicio, ya que sólo necesitan adecuar el espacio y pedir la habilitación. Y destacó que la instalación de predios para realizar equinoterapia será contemplada por la ley de fomento a las inversiones.

El Ministerio de Salud junto al  Subprograma de Protección a las Personas con Discapacidad y el área de Infraestructura Hospitalaria y Fiscalización Sanitaria se encargarán de controlar que las instituciones acaten la normativa, en caso de que sea aprobada por la Cámara de Senadores. Para el diputado de Compromiso Federal, la propuesta le dará una respuesta a muchos puntanos que requieren el tratamiento: “Si consideramos la cantidad de pacientes con diferentes patologías susceptibles de ser tratadas por la práctica de la equinoterapia, hay mucha gente  que lo necesita y está dispersa por la provincia y no puede trasladarse a los centros”.