Con un gran asado, la escuela de Donovan festejó 100 años

Para todo Donovan el día quedará en la historia. Es que el festejo por los cien años de la Escuela Nº 192 Maestro Rural Puntano fue inolvidable. Más de doscientas personas, entre ellos vecinos, alumnos, docentes, familiares de ex directivos, y funcionarios municipales y provinciales, participaron de una jornada que incluyó un asado completo, bailes folclóricos, recuerdos, homenajes y sobre todo, mucha alegría. 
“Fue todo muy emotivo y muy importante, ya que entre toda la comunidad organizamos y preparamos todo. Los alumnos estaban felices, me decían que nunca habían ido a una fiesta así. Para todo Donovan fue un acontecimiento especial, lo vivieron como propio; las mamás hicieron una torta de treinta y cinco  kilos y los papás sirvieron las mesas y prepararon el asado. Estábamos todos muy felices, terminó como a las cinco de la tarde”, contó Liliana Coria, la directora de la escuela. Para festejar asaron una vaquillona entera y almorzaron todos juntos en el establecimiento el sábado al mediodía. El encargado de la parrilla fue Nelson Funes, un ordenanza de la escuela. 
Además, hubo un acto formal, en donde descubrieron placas en cada aula que homenajeaban a personalidades destacadas de la vida del colegio. El hall principal recibió el nombre de la primera directora María Rosa Sarmiento; el aula digital ahora se llama profesora Olga García; al Salón de Usos Múltiples (SUM) lo llamaron “Pilares de la educación puntana: Diamante Visco y Guillermo Visco”; el playón deportivo, Protector de la salud intendente Andrés Vallone; el aula del nivel primario, directora Rosa Simioli; el rincón histórico, directora Griselda Vallejos; y en el jardín de la escuela “Pintando Sueños”, colocaron una placa en honor a su padrino, José María Callegari, de la empresa Tancal Agropecuaria, quien donó los terrenos para su construcción.  
También armaron diferentes espacios por toda la escuela. El que mayor éxito tuvo fue el histórico, donde colocaron la bandera que tenía el establecimiento cuando era Escuela Nacional Nº 55, que fue restaurada para su exposición; y un banner con la línea de tiempo donde figuraban todos los directores que pasaron por allí; junto con documentación y objetos históricos que recopilaron. Y la “ventana al pasado” fue otro de los rincones favoritos. Allí dispusieron un escritorio, con un globo terráqueo y un mapa atrás, que recreó el escenario de las fotos escolares de antaño. Nadie se quiso quedar sin la suya. 
El toque de color lo dieron los chicos del Taller de Folclore y los abuelitos del Centro de Jubilados, que bailaron danzas típicas. “Yo sentí una gran emoción, y fue muy especial vivirlo junto a mi familia, mi gente querida. Y fue muy lindo haberle hecho un homenaje a Diamante y Guillermo Visco. Vinieron sus hijos, esposa, y  hermano. Estaban todos muy emocionados, ellos fueron muy importantes para esta comunidad educativa”, contó Liliana, casi con la voz quebrada. “Y la verdad es que también uno escribe una parte importante de la historia. A mí me hicieron un homenaje  sorpresa los docentes, me leyeron un poema y me entregaron un ramo de flores. Fue súper emotivo”, recordó.