Los hechos de violencia contra animales suelen quedar en silencio o son poco difundidos pero éste no fue el caso. Sandra Pascual Luna, quien vive en el barrio Pablo Díaz, denunció que el domingo pasado el vecino de la casa contigua (Carlos De la Barrera) le disparó en la cabeza a su gato Virgilio con un rifle de aire comprimido. El felino podría perder el ojo, ya que tiene el proyectil incrustado en la cara.
A partir del fin de semana pasado, los Luna, una familia amante de los animales, no volvieron a ser los mismos. Una típica tarde en el jardín de su casa se transformó en un escenario de lo que, días antes, temían que sucediera. “El sábado, la hija menor de mi vecino, le dijo a mi marido que su papá tenía un aire comprimido e iba a salir `matar gatos´. Al día siguiente, estábamos tomando mate en el patio con mi esposo y mis dos hijas. Eran las 7 de la tarde, Virgilio estaba con mi otra gata arriba del paredón pero no estaban molestando a nadie. De la nada escuchamos un ruido y vimos que los gatos corrieron para adentro. Me asusté, lo fui a buscar porque estaba escondido y me di cuenta de que tenía el ojo lastimado y estaba bañado en sangre. Inmediatamente me levanté y me crucé al lado. Carlos me abrió la puerta pidiendo disculpas, pero su mujer salió gritando y fue cuando llamé a la Policía", relató la dueña del felino.
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