Acusado de homicidio declaró que se defendió en una pelea

Lo que Pablo Martín Sánchez narró ante la jueza Penal Nº 3 Virginia Palacios apunta a sostener la teoría de que el joven de 23 años apuñaló mortalmente a su vecino Carlos Alberto Félix Rincón al defenderse de éste y su hermano Nicolás Rincón durante una pelea, después de que su perro matara al de los hermanos en una riña callejera, en la zona oeste de San Luis.

La jueza Penal Virginia Palacios tiene plazo hasta las 24 de hoy para decidir sobre la situación procesal del detenido. Ayer, la magistrado estaba de licencia por un tema de salud. Si la licencia se extiende, resolverá otro juez.

Los abogados del imputado –son Jorge Agundez, su hijo Emiliano Agundez y Eugenia Bergese– consideraron que era oportuno que el joven diera su versión de lo que ocurrió la madrugada el lunes 26 de enero antes de que la jueza Penal Nº 3 Virginia Palacios decida si lo procesa por el homicidio. Por eso Sánchez declaró el miércoles a partir de las 12:30, en una audiencia que se extendió hasta pasadas las 14, informó una fuente judicial.

En contacto con El Diario, Bergese precisó que antes que el detenido declaró el suegro de éste. “El separó al perro de su yerno y el de los Rincón. Refirió que hubo un cruce de palabras entre Sánchez y Nicolás Rincón, y que éste tuvo una actitud desafiante, como dando a entender que tomaría represalias. Le dijo a Sánchez ‘rajá de acá’ y lo insultó. Este testigo le aconsejó a Nicolás que no fuera en ese momento a lo de Sánchez. Pero vio que este joven fue a buscar a su hermano Carlos a lo de un vecino, donde aparentemente estaba tomando, y que se fueron juntos hacia lo de Sánchez”, resumió la abogada. Las casas de la víctima y del detenido están a unos 200 metros de distancia una de otra.  

Como quizás intuyó que el altercado podía continuar y su hija estaba en lo del novio, el hombre la llamó y le avisó que los hermanos Rincón iban hacia allí. Bergese indicó que Sánchez y la chica curaban al perro cuando escucharon que les golpeaban fuertemente la puerta de chapa.

“Al sentir cómo golpeaban esa abertura sin mayor seguridad, (el detenido) sintió terror, pánico de que se metieran en su casa, fundamentalmente porque ahí vive con su abuela, una persona mayor”, explicó la letrada. Además, “por la forma y el horario en el que fueron, a la 01:30 de la madrugada, cuando ya había finalizado lo de la pelea de los perros, es claro (que los Rincón) no iban a plantear el tema de forma calma”, agregó. Por esa razón, y para defenderse, el imputado tomó un cuchillo que había en la cocina y que estaba en su vaina, precisó.

Según las referencias que tiene Bergese, Carlos Rincón medía 1,94 de altura y era de gran contextura. Dijo que Nicolás también es de gran porte. Sánchez mide 1,70 y pesa unos 58 kilos, detalló. Es decir, el dueño de casa no sólo tenía en frente a dos contrincantes, sino que ambos eran más corpulentos que él, lo que lo dejaba en desventaja. Los hermanos “lograron sacar a Sánchez de la vivienda, se le abalanzaron y lo arrinconaron al lado de la puerta del domicilio, quedando nuestro cliente con la espalda apoyada en la pared, ‘con dos tipos que se le venían encima’, según declaró”, relató. Cuando ofreció testimonio, la novia de Sánchez relató que intentó separarlos, y que los hermanos le dijeron que no se metiera.

“Allí no hay buena visibilidad. Sólo hay un poste de luz que ilumina a medias, por la frondosidad de la copa de los árboles”, describió la abogada para explicar por qué su cliente no pudo observar de modo claro si sus vecinos iban armados. Refirió que en realidad, “vio que Nicolás tenía piedras en la mano. No pudo ver si Carlos llevaba algo, pero le pareció que algo ocultaba”.

Sánchez aseguró que sentía que Carlos “hacía mucha presión con el cuerpo; cuando le provocó la lesión no tomó dimensión de lo que había ocurrido en ese momento, no se dio cuenta; él sólo quiso mostrarles el arma, para que se fueran”, contó.