Lo que antes era una zona tranquila y donde los niños jugaban en la vereda, ahora está paralizada por el miedo a la inseguridad. Los vecinos que viven en el sector de la primera, segunda y tercera rotonda aseguran que la delincuencia está en constante aumento. Afirman que hay más robos a casas, comercios y que los arrebatos en la vía pública suceden a cualquier hora. Por eso piden más presencia policial y que la fuerza actúe rápidamente cuando se la necesita.
“Nosotros tenemos un comercio y los clientes nos cuentan todos los hechos de inseguridad. Te enterás de que hasta la gente que iba a caminar por el sendero que va hacia la maternidad Teresita Baigorria ha sido atacada por los ladrones. Ahí les arrebatan las zapatillas y los teléfonos celulares”, relató Natalia, empleada de un comercio de ropa.
Marcela, la dueña de la tienda, agregó que su comercio también fue asaltado. Afirmó que a pesar de estar a sólo cinco cuadras de la comisaría séptima, la Policía tardó media hora en llegar porque habían anotado mal la dirección y se dirigieron hacia otro barrio. “Al frente está el 142 Viviendas. Instalaron alarmas vecinales, muchos vecinos tienen el botón antipático y escuchamos que suena seguido, pero también nos comentan que la Policía tarda demasiado en asistirlos”, sostuvo.
Los vecinos afirmaron que los asaltos exhiben características similares. Para entrar a alguna casa, los malvivientes lo hacen a través de ventanas. Los asaltos a los comercios se hacen a punta de pistola y los delincuentes huyen en moto.
Los damnificados coinciden en afirmar que el incremento de los casos de inseguridad en el sector que comprende los barrios 134, 124, 142, 116 y 157 Viviendas comenzó hace dos años y que tuvo un agravamiento en los últimos meses. Actualmente casi todas las casas tienen rejas y alarmas. El mismo paisaje urbano exhiben los negocios. Los comerciantes incluso atienden sólo a los clientes que tocan timbre y se identifican.
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