Se agigantan los pozos en Aristóbulo del Valle y Sucre

Vecinos y comerciantes están cansados de los constantes baches que se forman en la esquina de Sucre y Aristóbulo del Valle. Luego de cada lluvia, el agua se acumula al igual que los líquidos cloacales y eso genera un continuo mal olor. Contaron que el problema se agravó hace unas tres semanas y el agujero creció en profundidad, lo que genera que el tránsito sea más lento y aumente el malestar de los automovilistas.

Uno de los conductores, Adrián Suárez, consideró que "es una vergüenza que ese cruce esté así" y marcó el agravante de que el agua acumulada impide ver el tamaño del pozo. "Si uno lo agarra en velocidad, el auto se puede romper y nadie se hace responsable de los daños. Uno es el que lo tiene que pagar después", disparó. Y reconoció que el agigantamiento de los huecos no hace más que amontonar vehículos y generar bocinazos persistentes.

La preocupación es generalizada en quienes frecuentan la zona. Para Dora del Piano “la última lluvia empeoró el estado del bache, lamentablemente nadie se ocupó por dar solución al tema, por consiguiente demora el tránsito, cuando el semáforo se pone en verde los autos no pueden pasar porque es demasiado grande, hay tierra acumulada, agua que baja por Aristóbulo, así que se hace intransitable cruzar". A su diagnóstico le agregó que "los trenes delanteros de los vehículos se resienten y las ruedas se impregnan con un olor espantoso”.

“No sé cuándo lo van a arreglar, pero sí sé, que en cualquier momento va a ocurrir algún accidente grave. Siempre tenemos el mismo problema porque no hacen bien los arreglos, lo tapan así nomás y cuando circulan vehículos pesados se vuelve a romper”, dijo muy enojada María Antonia Soria.

Marcelo Suárez, quien tiene un comercio en la esquina, se sumó a las críticas por el nivel de las reparaciones. “Rasparon todo el asfalto hasta la avenida España y nunca colocaron la carpeta asfáltica, increíble", se quejó y reveló que el miércoles al mediodía un chico se cayó de la moto por frenar de golpe y "evitar el cráter".

“Los pozos y canales son un problema en esta zona, no sabemos qué hacer porque los trastornos que generan son bastantes. Cuando llueve el agua va de vereda a vereda y no alcanza a drenar en su totalidad, por eso las calles se rompen. Hace unos tres años y medio que no se limpiaban los desagües, al mínimo chaparrón que caía se desbordaban, se inundaban las casas porque no circulaba el agua, ahora los están vaciando, pero no llevan la tierra que sacan y si llega a llover de nuevo cae la tierra al canal y tienen que empezar nuevamente con los trabajos”, aseguró Mónica Bachetta, quien vive hace más de treinta años en el barrio Nacional.