El colegio Aleluya realizará el viernes el tradicional fogón

Era una celebración pagana que utilizaba el fuego para ahuyentar a los malos espíritus y al demonio; después el cristianismo la transformó en una fiesta religiosa para homenajear a dos santos y usó las llamas para representar la luz de esperanza que encendieron en los hombres. En el Instituto Aleluya es una tradición que nació con la fundación de la escuela. Las alumnas del último año del colegio realizarán el viernes a la tarde el fogón por el Día de San Pedro y San Pablo. La edición N° 56 del festejo será en el predio del Ejército y comenzará a las 19.

Leticia Maqueda, representante legal del centro educativo, explicó que cada año las estudiantes eligen un tema y lo simbolizan en un muñeco, que luego queman al final de la jornada. “Esta vez el eje son los falsos ídolos y los antivalores que transmiten. Es decir, la fama, el poder, la eterna juventud, que la sociedad llega a idolatrarlos y se convierten en íconos, atrás de los cuales va la gente y cree que son la aspiración máxima. Y en realidad, es una distorsión de lo que es más auténtico en las personas, que puede hacerlas sentir bien y crecer”, destacó la titular del colegio.

Además, comentó que la figura que terminará en llamas es mucho más grande que el de las celebraciones anteriores. Por eso, las chicas debieron posponer la ceremonia, ya que el Día de San Pedro y San Pablo se conmemora el 29 de junio. Y aseguró que tendrá la forma de un monstruo que simbolizará el mal y llevará entre las manos un ternero. “Remite a la historia bíblica, cuando el pueblo hebreo peregrinaba por el desierto con Moisés. Él subió al monte Sinaí a buscar los Diez Mandamientos, la gente quedó abajo y con el oro que tenían armaron un becerro, lo consideraron su dios y lo adoraron. Cuando Moisés regresó, lo destruyó y les dio el decálogo que normativiza la vida en comunidad para los católicos”, detalló.

Según Maqueda, las alumnas tomarán ese relato y lo trasladarán al presente, para mostrar cuáles son los “terneros” que actualmente diviniza la sociedad. Y es que antes del fogón, las estudiantes realizarán una representación teatral y algunas coreografías para explicar cuáles son los falsos ídolos que representa el muñeco que luego incendiarán. En esa parte del festejo participará todo el secundario, aunque el cierre estará a cargo de las jóvenes que cursan sexto año, quienes también deberán armar la figura.

Para realizar el monstruo, montaron una estructura de madera, la cubrieron con papel de diario y cartón para moldearlo y luego lo pintaron. La preparación demoró casi un mes y obligó a las chicas a ocupar horas de clase en la construcción y a pedir colaboraciones en los negocios de la capital, para que les donaran los materiales.

“Siempre hacemos una invitación abierta a todos los puntanos,  y las alumnas comunican la actividad a través de las redes sociales”, dijo la representante legal de la escuela. Y agregó: “Habitualmente participan alrededor de dos mil personas, porque van los familiares de las chicas, los amigos y hasta los novios. E incluso se suma gente que quizás no tiene un pariente en el colegio, pero sí quiere unirse a la celebración religiosa”.