El Centro Oncológico del Hospital de San Luis se prepara para la reapertura del servicio de Radioterapia, que dejó de funcionar hace un mes. La ministra de Salud, Marisa Pannocchia, confirmó que ya está instalado el equipamiento denominado "planificador", que es un software de actualización de la bomba de cobalto, y comenzó el proceso de la carga de datos técnicos al programa. También aseguró que están cumpliendo los pasos ante la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) de acuerdo lo que disponen los protocolos y normativas vigentes para su correspondiente habilitación y puesta en marcha.
La ARN dijo que sólo falta el último paso que es la calibración del sistema y la capacitación y entrenamiento del personal para proceder a la renovación de la licencia de esa área de salud. Los inspectores supervisarán las tareas, que estiman durarán una semana, una vez que el Centro Oncológico fije la fecha. Cuando concluya la calibración, el servicio estará en condiciones de reiniciar su atención a los pacientes.
Además el centro solicitó el apoyo de la Fundación Escuela Medicina Nuclear, (Fuesmen) para realizar estas tareas y ya se contactó con un físico médico de la institución que viajará desde Mendoza. Así mismo, y según informaron a la ARN, la Fuesmen pidió al Centro Oncológico los datos técnicos del equipo del Hospital de San Luis necesarios para efectuar la calibración requerida.
El mes pasado Dosep dio a conocer que el centro de Radioterapia provincial dejaría de funcionar por 20 días, mientras se instalaba un nuevo equipamiento en la bomba de cobalto. El ente y el Ministerio de Salud aseguraron que las demoras se debían al problema con las importaciones, ya que es una tecnología que no se fabrica en el país.
Pero la ARN comunicó que se advirtió al centro de salud, con un año de anticipación, que debía renovar la tecnología.
“Durante bastante tiempo, el centro de terapia de San Luis tuvo avisos y recomendaciones de que debía cumplir con el cambio de equipo antes del vencimiento de su licencia. Sin embargo, al llegar la fecha límite, aún no contaba con esta medida de seguridad”, explicó el área de comunicación de la institución a El Diario.
La ARN tiene la facultad de no renovar licencias en el caso que la instalación médica no se adecue a todos los requerimientos solicitados. Puntualmente al servicio de Radioterapia, se exigió la incorporación de un planificador, que es un equipo con un software que debe ser calibrado y que cumple con la función de mejorar la planificación de la dosis a la que será sometido el paciente.
“Esto es muy importante, ya que es una medida adicional de protección al paciente, lo protege de una sobreexposición por error humano y mejora la calidad del tratamiento, previniendo una subexposición”, expuso la ARN. El requerimiento está en concordancia con las recomendaciones internacionales para los aceleradores de uso médico.
Cuando se incorpora una nueva medida de seguridad radiológica, se debe avisar con tiempo suficiente a la institución médica para que cumpla con lo que sea necesario. “En este caso, la renovación se retrasó por la demora en atender la recomendación efectuada que básicamente es una medida de seguridad adicional para el paciente y un resguardo para el personal responsable del servicio”, agregaron.
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