La "Industrial" brilló en el Desafío Eco y ahora apunta a ganar el certamen

Los estudiantes de 5º y 6º año de la escuela técnica Nº 9 "Domingo Faustino Sarmiento", conocida como la "Industrial", participaron por tercera vez en el Desafío Eco. Su entusiasmo por la competencia les ayudó a conseguir el octavo lugar en la primera carrera que se celebró el último fin de semana en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez, en Buenos Aires. Ahora se preparan para disputar los primeros puestos en el segundo circuito, que se correrá en Santiago del Estero el 29 y 30 de agosto (son cuatro fechas en total). Los directivos y profesores del establecimiento dijeron que se sienten muy orgullosos de los chicos porque se vio reflejado el esfuerzo de meses tanto en la preparación del automóvil como en la estrategia para clasificar dentro de los primeros puestos.
“En 2013 obtuvimos el quinto puesto a nivel nacional, fue una experiencia inolvidable. En esta oportunidad los chicos se destacaron de entre 125 autos, y están muy esperanzados en ganar la competencia”, dijo María Viviana Lara, directora de la escuela. 
Lara indicó que este año lo que los chicos necesitaron lo tuvieron, no les faltó materiales ni apoyo de la escuela. Los profesores acompañaron permanentemente las horas de trabajo de los estudiantes y los ayudaron a realizar cálculos, fórmulas y estrategias para poner a punto el motor del vehículo. 
“El sábado 8, antes de las elecciones vinieron a las 9 y estuvieron hasta las 20 preparando el equipo y haciendo pruebas. Durante toda la semana pasada se quedaron después de clases hasta la noche en el taller”, aseguró Lara.
El equipo está conformado por dos pilotos, un técnico electrónico, el encargado de prensa del equipo y dos asistentes. Cada uno tiene una función específica. La directora explicó que los asistentes se irán rotando en cada etapa, para darles la posibilidad de viajar a los demás chicos que trabajaron en el proyecto.
Mario Ezequiel Lohaiza, uno de los pilotos, destacó el compañerismo durante todo el tiempo de preparación y en la primera carrera. “Estaba muy nervioso, sobre todo antes de la clasificación porque es la primera vez que participo. Nuestros compañeros estuvieron ahí apoyándonos y ayudándonos en todo”, señaló.
El otro piloto, Jorge Gualpa, dijo que la clave fue la estrategia que armaron para hacer rendir la batería y llegar al final del circuito. “Siempre tuvimos presente que el primer objetivo era quedar entre los primeros en la largada, luego debíamos mantener una velocidad promedio durante el resto del encuentro y asegurarnos de llegar a la meta final. En las primeras  vueltas utilizamos la velocidad. Luego mantuvimos el puesto y al final con la última reserva volvimos a acelerar”, dijo contento de que lo planificado les diera resultado.
El encargado del funcionamiento electrónico, el alumno Martín Toranzo, es la mano derecha del profesor y el técnico en el que los demás confían para llegar a la meta. “Mi trabajo es estar comunicado con el piloto permanentemente y chequear que no se acabe la batería. Controlamos  la velocidad y los voltajes para optimizar el rendimiento de la energía. El auto tiene que ir a veinte kilómetros por hora la mayor parte del trayecto para evitar que el motor consuma de más”, explicó.
Martín indicó que lo más lindo de toda la experiencia fue que pudo conocer Buenos Aires. “No me lo olvido más”, dijo.
Además de los chicos en el equipo hay dos alumnas, Violeta y Graciela, que se encargaron de diseñar la maqueta y luego realizar la decoración de auto de competición. En este primer viaje las chicas participaron de la carrera como asistentes y ayudaron a los pilotos y al técnico durante el encuentro.  
Uno de los mentores de los estudiantes es el profesor Rafael Jofré Vidal, quien junto al docente Luis Zamberletti trabajaron la electricidad y la mecánica del automóvil ecológico. Señaló que cada año los vehículos deben cumplir mayores requisitos, lo que los obliga a buscar otras estrategias. “En esta oportunidad buscamos que los pilotos sean más livianos para que la batería rinda más, ya que el auto es más pesado que en las ediciones anteriores”, dijo.
“Cada hierro soldado, está hecho por los chicos, se produce una integración de todas la materias, desde física, matemática hasta carpintería, soldadura, mecánica y electricidad. Lo que el chico vio durante el ciclo, lo pone en práctica en el taller y lo termina de aprender”, expresó Lara.

Gran desempeño
Pero los chicos de la industrial no fueron los únicos que se lucieron en la primera fecha del Desafío Eco. Otras cuatro escuelas alcanzaron a colocarse entre los primeros cincuenta coches de la carrera. En el puesto 22 quedó el Centro Educativo "Gobernador Elías Adre" de Concarán; la escuela técnica "Ingeniero Germán Lallemant" de Juana Koslay alcanzó la posición 25; el Centro Educativo Nº 17 "Brigada Aérea" de Villa Reynolds terminó en el lugar 37 y la "Fray Luis Beltrán" de San Luis en el 42.