Un nuevo reclamo surgió en los pasillos de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe). Después de las protestas con toma del edificio realizadas por los estudiantes que terminaron a mediados de junio, y cuando parecía calmada la vida universitaria, ahora los profesores que integran la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores (ADOI) alertaron sobre la posible desvinculación de unos treinta profesores que tienen contrato hasta el 31 de agosto, y a quienes todavía no les confirmaron si continuarán al frente de las cátedras.
La delegación fue conformada hace un año y medio, y sigue la línea de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu) a través de la cual gestiona la inscripción gremial. Dentro de la institución, son dos los gremios docentes: por un lado ADOI, conformado por una comisión directiva de ocho miembros y con Eduardo Romero a la cabeza; y el Sindicato de Docentes Universitarios, con Diego Saber como secretario general.
En un comunicado, los integrantes de ADOI compartieron la preocupación de los estudiantes "por el nivel de inseguridad e incertidumbre en la continuidad del normal desarrollo del calendario académico planificado para este último cuatrimestre en la UNViMe", y detallaron ciertos puntos que "revisten de gravedad" y que están situados en el ámbito laboral de los profesores, tales como la desvinculación "sin motivo" de "muchos" docentes y coordinadores de carrera de la institución, más la existencia de "múltiples contratos docentes con fecha de caducidad para el 31 de agosto y que a la fecha desconocemos si serán renovados o desvinculados de la vida de la UNViMe".
Según manifestó una fuente del gremio, los docentes afectados no son todos afiliados, pero "moviliza igualmente nuestra preocupación porque no queremos que ninguno quede sin trabajo. En este cuatrimestre tomamos conocimiento de que entre diez a doce docentes fueron despedidos".
La misma fuente sindical reveló que son treinta los que corren el riesgo de quedar fuera de la universidad, y que conocen casos de profesores a quienes no les renovaron el contrato "sin causa aparente. Eso genera incertidumbre y la imposibilidad de armar una logística previa, porque si avisan un mes antes que no se puede renovar, se busca trabajo por otro lado, pero sin aviso los docentes no saben si buscar otra oferta o no, es una situación estresante", consideró.
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