Villa Mercedes: los libros cautivaron a casi 70 chicos de escuelas rurales

No veían las horas de que llegara el día para subirse al colectivo y emprender kilómetros de viaje para pasar una mañana dedicada a la lectura. Los chicos de tres escuelas rurales de Las Isletas, Nueva Escocia y Lavaisse llegaron hasta el hospital de día de La Ribera, "Braulio Moyano", para formar parte de las actividades previstas por la Maratón de Lectura Nacional, que impulsa la Fundación Leer. Desde las 9, y hasta que se acomodaron en las salas, los alumnos disfrutaron de leer, colorear y de exposiciones que ellos mismos prepararon sobre distintos cuentos infantiles.
 "Venimos siempre que lo organizan, ya van nueve años que nos sumamos. Los nenes esperan todo el año por la maratón y mientras nos sigan invitando vamos a seguir viniendo", sostuvo Estela Collado, una de las seños, con una amplia sonrisa.
Los protagonistas de la mañana llegaron de las Escuela Nº 324 “Felisa M. de Fourcade”, Nº 200 “Granadero Isidoro Olguín”, Nº 151 “Provincia de Tierra del Fuego” y algunos chicos de la Nº 321 "Ingeniero E. Bradley", que viven en el complejo habitacional. Junto con unas pocas mamás que los acompañaron, sumaron casi 70.
"Somos de segundo, tercero y cuarto grado, trabajamos con el cuento de un indio al que Dios convirtió en un quirquincho porque era muy flojo, tenía que hacer un poncho pero como no era rápido, dormía muchos días y cuando empezó a hacer frío se apuró y lo hizo desprolijo. Otros leyeron sobre Caperucita Roja porque estuvimos separados en grupos", detallaron Enrique Baigorria y Ariel Torres, que vinieron de Lavaisse.
Sobre esos y otros textos, las maestras dirigieron una serie de actividades en la escuela que trasladaron hacia el hospital para exponer lo realizado. El personal del centro de salud se encargó de leer a los más chiquitos, mientras que los más grandes hicieron dibujos y colorearon solitos.
"Es una jornada de entretenimiento pero también de formación y que pretende concientizar sobre el valor de la lectura en el desarrollo de los niños. Todos los años hay un lema y con eso les bajamos consignas a las maestras para que hagan un trabajo áulico que luego exponen", explicó una de las coordinadoras, la licenciada Graciela Aguilera.  
Apenas arribaron, los agasajaron con un desayuno de chocolate caliente y galletitas. Antes que partieran, al mediodía, los despidieron con panchos, gaseosas y bolsitas con golosinas. Varias instituciones locales colaboraron con los alimentos y con el colectivo que trajo a los nenes.
"Es una experiencia muy linda para nuestro equipo de salud que está en la agenda anual, donde establecemos vínculos con la comunidad educativa, con los niños y los padres. El hospital todos los años se inscribe y se suma a las actividades de la fundación Leer por eso invitamos a las tres escuelas rurales que están dentro del área de cobertura más los chicos de la Bradley. Contamos con un rincón de lectura, estamos dentro del programa Contextos de la Universidad de La Punta y también la biblioteca Rivadavia nos presta, año a año, el material para poder desarrollar la actividad", describió Aguilera.