Más de 500 chicos se sometieron a un test sobre seguridad vial

Simular que manejan un auto por las calles de una ciudad, pulsar un botón cuando escuchan un sonido o experimentar el estado que se produce cuando uno conduce en estado de ebriedad, esas fueron las actividades propuestas ayer por “Rutas en Rojo” en la Escuela Nº 1 "Juan Pascual Pringles" para enseñar y concientizar sobre la seguridad vial. En el primer día en la ciudad, participaron más de 500 chicos del nivel secundario y primario de la escuela y además, asistieron alumnos de los colegios experimentales "Modelo San Luis" y "Maestros Lucio Lucero" y del Instituto Cristo Rey. El camión estará hoy hasta las 18, es gratuito y abierto para todo el público.
“El móvil itinerante recorre el país y ya visitó más de 70 ciudades. Acá en la provincia estará cuatro días. El fin de semana estuvo en Potrero de los Funes y estará dos días en la escuela para hacer actividades con los chicos de los últimos años de secundaria y también los más chicos para que aprendan jugando”, contó el  jefe del Subprograma Control y Fiscalización Vial, Lucas Fontana, sobre la actividad que organiza la empresa Sancor Seguros.
En el tráiler, ubicado en la ex Escuela Lafinur, hay ocho estaciones con una pantalla, auriculares, pedales, un tablero con letras, dos botones y dos pulsores. Allí, los chicos realizan un test psicofísico para evaluar sus capacidades de agudeza visual, visión de bajo contraste, de audición, concentración y fatiga, y de coordinación y reacción. La prueba dura cerca de diez minutos y busca detectar posibles limitaciones a la hora de conducir. 
“Cuando terminás, te llevás un test con un resultado que te indica si tenés problemas en alguno de los sentidos. La idea es que después consulten con un especialista en caso de tener dificultades de vista o audición”, explicó Fontana.
Los chicos participaron entusiasmados del test y hacían fila para poder probar sus capacidades. 
“Tenía que apretar unos botones y pedales cuando aparecían unas imágenes en la pantalla. Después había un test de audición. Algunos me resultaron fáciles pero otros eran más difíciles”, contó Juan Arias, de 12 años de la Lucio Lucero. 
Las actividades del programa incluyen el uso de unas gafas simuladoras de alcohol. “Son similares a las de nieve y muestran algunos de los efectos que produce en la visión y coordinación de movimiento. Los chicos ven, de manera consciente, en actividades simples como caminar entre conos o caminar en línea recta, y se dan cuenta de lo peligroso que puede ser conducir en ese estado”, comentó.
También hay un simulador de manejo para que los chicos aprendan sobre señales de tránsito, quién tiene prioridad de circular o cuándo darle paso a un peatón.