El comienzo del 2016 ha mantenido ocupadas a las cuadrillas de Obras Sanitarias Mercedes (OSM). Entre los últimos días de diciembre y enero cerraron ciento cincuenta baches de los trescientos que habían abierto para hacer reparaciones en las cañerías. Aún les queda solucionar más de la mitad de las roturas y las nuevas que se siguen sumando: por día rompen el pavimento en dos o tres calles para poder acceder a trabajar en las redes.
"Actualmente tenemos una empresa contratada tapando pozos en el barrio La Ribera, otra firma está ocupándose de los baches antiguos, y otros obreros están atendiendo las urgencias. La idea es poder tener a fines de febrero una cantidad controlada, de manera que una sola constructora pueda abrir y cerrar los huecos", explicó Mariano Mediavilla, gerente de Mantenimiento Urbano y Conexiones Domiciliarias de la institución.
Cuando un reclamo llega a la entidad a través de la línea 147 o cuando en su recorrida, el personal detecta algún desperfecto en la red cloacal o de agua, "se analiza la urgencia del inconveniente, se marca y se rompe el asfalto. Nuestros técnicos hacen la excavación, el arreglo de las tuberías y se tapa el bache", detalló. El proceso suele durar, según el ingeniero, entre quince y veinte días. "La idea es achicar ese lapso para que se desarrolle entre siete y diez días, de modo que el pozo no esté abierto tanto tiempo y el hormigón llegue a adquirir una buena consistencia", agregó.
Además de las roturas que produce OSM para arreglar las redes o renovar tuberías añejas, las fisuras se generan por falta de compactación de la tierra, el envejecimiento del pavimento o la presión que ejerce el calor en el hormigón.
Algunos vecinos de la intersección de las calles Almafuerte y Entre Ríos manifestaron su descontento en las redes sociales por un pozo que se formó en la esquina, y que con la lluvia se convirtió en una "pileta" de agua y basura. "En ese sector no hay emanación de olor, por eso entendemos que es sólo un problema del pavimento envejecido. El arreglo estaba previsto para esta semana pero debido a la inclemencia del tiempo se demoró", aclaró.
Los hundimientos del asfalto se han repetido en varias ocasiones en el último tiempo. Mediavilla explicó que en gran parte se deben a las características del suelo mercedino. "Es como un castillo de naipes que con el movimiento y la presencia de agua colapsa. Aparenta tener una dureza pero la vibración lo hace descender diez o veinte centímetros. Entonces hacemos el relleno con tierra y ponemos el hormigón, pero con el paso del tránsito, el suelo se baja y se hunde el pavimento", sostuvo.
En un intento de modernizar la forma en que monitorean las reparaciones, recientemente incorporaron el uso de Google Earth, un servicio en línea que les permite señalar con flechas en el mapa de la ciudad, todos los puntos dónde producen arreglos. "Cada una de esas marcas tiene un historial con el día de apertura, la fecha de cierre, la empresa que lo hizo, etcétera. Así podemos generar estadísticas del bache y tener registros porque los contratistas están en garantía, entonces sí se hunden o hay problemas sabemos quién tiene que arreglarlo", contó.
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