“Yo vivía al lado del basural, al lado del río. Cuando vino la creciente, perdí todo. El agua no me dejó nada. Sólo salvé a mis hijos. Y ahora el Gobernador me dio mi casa. Esto es un sueño, quiero darles las gracias a él y a su gobierno", dijo Viviana y el llanto frenó sus palabras. Eran lágrimas de felicidad, una alegría que hoy le besa ese alma golpeada por el agua, las piedras, por perder aquello que consiguió con sacrificio. La escena se repitió a cada paso, en cada cuadra del barrio compuesto por 38 viviendas que ayer el Gobierno de San Luis entregó en Luján, la localidad que más sufrió la creciente de su río homónimo, durante el verano de 2015.
Ahora, la flamante barriada está ubicada en un terreno seguro, lejos de futuras crecientes. Y como una forma de enterrar aquellos momentos de angustia, el Estado, con máquinas de Vialidad Provincial, destruyó por completo las ruinas de aquellas viejas casas que rompió la furia del río.
La inversión por los 38 inmuebles alcanzó los $26.680.939. En total, el Estado construirá 65 viviendas. La construcción de las 27 restantes -que serán distribuidas en los otros pueblos que también padecieron las inundaciones- avanza sin pausas y tendrán dueño en poco tiempo.
En Luján, el gobernador Rodríguez Saá encabezó el acto y recibió el abrazo sincero de decenas de vecinos, los ex inundados. Ninguno quiso privarse de la foto y el beso con Alberto. Fue una forma de celebrar el largo camino que recorrieron juntos: desde la visita del mandatario a la zona afectada, la Navidad que compartió con ellos, el posterior relevamiento, la reunión en Terrazas del Portezuelo y la feliz entrega de casas de ayer.
Sobraron llantos. Y con razón, porque no fue una entrega de viviendas más. Fue darle las llaves de sus casas a gente que la propia naturaleza dejó sin casas, sin muebles, sin animales, sin comida. Por eso, la sonrisa amplia de Rodríguez Saá, del vicegobernador Carlos Ponce y de la interventora de la Secretaría de Viviendas, Ángela Gutiérrez de Gatto.
"Esto nació como una tragedia. El río, la naturaleza se portó mal con nosotros. Luego hubo un olvido, metieron el problema debajo de la alfombra. Pero eso ya pasó. Después de que asumí visité Luján y el resto de los pueblos castigados por la creciente. Volví para Navidad y todo el Gobierno más los intendentes entendieron que los primeros que tenían que recibir casas eran los inundados. Solucionamos todos los problemas de esta gente. Hoy, en Luján. Y en los demás pueblos los estamos solucionando. Cumplimos con la palabra empeñada", expresó Alberto.
"Habíamos dicho que inauguraríamos el barrio el 12 de octubre. Perdón, me pasé dos días. Pero llegó casi, en una fecha especial. ¡Feliz Día de la Madre! Este acto es un homenaje a todas las madres de San Luis. Estoy muy, muy feliz. Somos los primeros en Argentina y los únicos que solucionamos los problemas de los inundados. Tenemos ese inmenso orgullo. ¡Viva San Luis, viva Luján!", cerró Rodríguez Saá con la voz entrecortada.
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