El mito de los túneles: en marzo excavarán en la calle 9 de Julio

Finalmente el Municipio capitalino dio a conocer el resultado de la primera etapa de un estudio que determinará si existen o no túneles debajo de la calle 9 de Julio, entre Rivadavia y San Martín. En un principio los investigadores presuponen que podrían llegar a existir pasadizos subterráneos, porque el estudio arrojó que hay anomalías en el suelo, significa que hay algo diferente o distinto a la composición original del terreno. La certeza la tendrán cuando concluya la segunda etapa que iniciará aproximadamente en marzo del año que viene, una vez que termine la temporada de lluvias, ya que una tormenta puede complicar la exploración. El secretario de Infraestructura, Enrique Picco, aseguró que el proyecto seguirá en pie. “Vamos a continuar con el estacionamiento, pero queremos saber qué tipo de construcción hay en el subsuelo para ver si se incorpora al proyecto de las cocheras subterráneas. Si encontramos un túnel debajo de la calle 9 de Julio, tenemos que ver si se puede rescatar históricamente su valor e incorporarlo como parte de las cocheras. Debemos ser responsables con lo que se puede llegar a encontrar”, manifestó. 
Picco junto a dos de los geólogos que llevaron adelante la investigación, Daniel Gómez y Carlos Gardeli, dieron detalles sobre el estudio que, por más de cuatro meses, mantuvo en vilo a la sociedad puntana. “Básicamente los estudios se encararon de dos formas. La primera fue no invasiva, a partir de ese examen se descubrieron las anomalías. La segunda etapa sería invasiva y consiste en hacer un pozo de unos dos metros cuadrados de diámetro donde se encontró la anomalía. Esta está a dos metros de profundidad bajo el nivel del pavimento. No es una gran obra, calculamos que podría culminar en 60 días”, explicó el funcionario. 
Gardeli precisó que las anomalías más importantes están en las intersecciones de las dos esquinas de la 9 de Julio. Estas no son continuas, pero presumen serlo. Hay sectores por la calle 9 de Julio, por ejemplo que tienen entre 6 y 8 metros de largo. “Si son túneles, son muy antiguos y pueden tener un desgaste natural”, expresó y no descartó la posibilidad de que esos cortes en la continuidad de la anomalía se deban al desmoronamiento de la estructura de algún túnel que “puede ser por el deterioro propio de la reestructuración y la modernización de la ciudad”.
“Se realizó un análisis histórico, porque a partir de eso uno puede presumir qué relación pueden tener entre si esas anomalías. Si hay un área fundacional que tiene una distribución y los túneles están relacionados aparentemente con ese diseño, la cuestión tiene otro sentido”, afirmó. 

Descubrimiento inesperado
Un antecedente, que tomaron los investigadores en su estudio, fue el descubrimiento que hizo en 2006 el ingeniero agrónomo, Guillermo Aguado, mientras ponía en valor la antigua cárcel de mujeres. “Por alguna razón hicieron una excavación y encontraron un ingreso con un diseño muy parecido al de las construcciones jesuíticas. Son comunes y probablemente sí existan las comunicaciones internas dentro de manzanas como entre el Templo de Santo Domingo y el antiguo cuartel porque ahí funcionó parte de la congregación. Esos túneles internos eran necesarios para una comunicación fluida y probablemente este, que apunta hacia Santo Domingo, tenga una razón de ser”, sostuvo Gardeli.
“Cuando intervengamos las anomalías vamos a poder definir qué son. El tiempo que plantea Picco de 60 días es prudencial, pero si tienen que intervenir arqueólogos será más lento porque lo amerita. La vorágine hace que todo tenga que ser rápido, pero no es fácil dar un resultado porque uno tiene que estar seguro”, manifestó. 
Gómez destacó la intención del Municipio de invertir en esta investigación previa a una obra “donde se plantea la necesidad de dilucidar un tema tan hablado en la sociedad de San Luis como es la existencia o no de túneles en torno a plaza Independencia. Son pocos los organismos del Estado que lo hacen y más sin tener antecedentes en los registros históricos. Por eso es destacable y fue muy valorado por los colegas que participaron”. 

Cocheras subterráneas
El estacionamiento abarcaría las cuadras de las calles Rivadavia, 25 de Mayo y San Martín. El ingreso sería por 9 de Julio y Rivadavia y la salida por San Martín y 9 de Julio. Tendría 2 niveles y una capacidad para más de 500 vehículos entre automóviles y motocicletas. El monto de inversión sería de 130 millones de pesos y su plazo de ejecución de 365 días. "Llamaremos a licitación una vez que concluyan los estudios del suelo", afirmó Picco.