Brenda Arias: harán otra inspección donde hallaron sus huesos

Su testimonio ya está registrado en una de las fojas del voluminoso expediente por el asesinato de Brenda Jimena Arias, la chica de 19 años que el sábado 11 de julio de 2009 a la noche salió de su casa, en Villa del Carmen, y nunca regresó. Esa declaración, incorporada recientemente, es la de un hombre que esa noche, la de la desaparición de la muchacha, cazaba junto a otro en inmediaciones al sitio donde, 18 días después, aparecerían los huesos de la joven, calcinados. El próximo martes, ese hombre participará, junto a la jueza y los policías que investigan el caso, de una inspección ocular en la zona donde hallaron la osamenta y donde él habría visto cierto movimiento aquel sábado invernal.

Ayer, en un contacto telefónico con El Diario, la jueza Penal de Concarán, Patricia Besso, confirmó la realización de la medida. Será el martes 27 a las 10. En rigor, es la segunda inspección que se hace este año en la pequeña localidad del Valle de Conlara.

La anterior inspección –que la magistrado también coordinó de modo personal y que comenzó a la mañana y se extendió hasta la tarde– se hizo el jueves 6 de octubre. Ella y su equipo hicieron un recorrido por distintos sitios en los que, según testigos, Brenda estuvo o pasó esa noche, después de salir de la casa de sus padres.

El 6 de octubre los investigadores también fueron al punto donde ubicaron los restos de la chica, distante unos 800 metros al norte de la localidad, a la vera de la ruta Nº 1. Luego fueron a donde hoy está el dique Boca del Río, siete kilómetros al sur de Villa del Carmen, y a dos avícolas, en las que trabajaban conocidos de la joven.

El cazador citado para el martes no reside en Villa del Carmen. Vive en una provincia aledaña. Al parecer, estaba de paso por el pueblo ese día, con otro conocido, con el que despuntaba el hobby. Cuando este medio le consultó cuál fue, en concreto, el aporte de este testigo, la jueza prefirió no ahondar en detalles, no al menos hasta que se concreten otros pasos investigativos.

“No voy a contar qué ha declarado. Haremos la inspección para que se sitúe y nos explique en dónde estaba, para verificar eso. Veremos así si lo que ha dicho toma relevancia. Más datos que ésos no voy a brindar”, se excusó. Cobrará especial importancia la distancia a la que se ubique el testigo respecto del punto donde hallaron los huesos.

Besso sí refirió que este testimonio surgió de información que la Policía acercó hace ya un tiempo.

En las últimas semanas, el expediente se ha engrosado con testimoniales y con el informe confeccionado por la licenciada en Criminalística Carina Bernal y su equipo, del Poder Judicial de San Luis. Según explicó la jueza, ese material llegó hace un mes, aproximadamente. Los peritos estudiaron distintos elementos incorporados a la causa. Uno son los teléfonos.

En una entrevista anterior, la magistrado indicó que los profesionales trabajaban en un relevamiento técnico, para determinar, por ejemplo, cuál era el posicionamiento de determinados celulares, en determinado momento. “Esto no se podría haber hecho en 2009 –aseguró–. Se ha logrado gracias al avance tecnológico que ha habido en estos años”.