Por año, en nuestro país, 120 mil chicas menores de diecinueve años se convierten en madres. Una cifra que estremece, pero hay más: en el mismo período 3500 nenas con menos de 13 años tienen a su primer hijo; y en nuestra provincia hay dos casos de estos por mes. El 80% de los padres de esas criaturas les llevan más de diez años a las niñas, y el 25%, las supera en veinte años, de acuerdo a las cifras aportadas por el doctor Jorge Rudi, jefe del área Prevención y Promoción de la Salud. Según las estadísticas, la mitad de ellas perderá todos sus proyectos de vida: académicos, personales y laborales.
Esta realidad cada vez afecta a más mujeres y las posibilidades se incrementan cuando son de clases sociales bajas. “Las chicas pobres, en condiciones humildes, tienen 17% de posibilidades de quedar embarazas, contra un 1% de una chica de clase media alta”, indicó Rudi. “Los padres de los niños son mucho mayores que ellas, porque generalmente se dan en contextos de abuso y poder. Muchas de esas adolescentes viven en condiciones sociales extremas, y a partir de esto se pueden considerar realizadas, porque tener un hijo a esa edad y en esas condiciones está naturalizado. Es a lo único que sienten que pueden llegar”, destacó. Además explicó que en estos casos se cuadriplican las patologías y complicaciones que pueden acompañar al embarazo, o los trastornos con los que puede nacer el bebé.
Pero, ¿qué sucede en la provincia? San Luis se encuentra dentro de la media nacional, es decir, las cifras son similares a las del resto del país. Pero el funcionario indicó que los números importan poco. “Una sola chica embarazada menor de 13 años debe ser un alerta general, un compromiso de toda la comunidad de adultos, para poder contenerla, minimizar los riesgos y volver a reinsertarla socialmente, en un proyecto educativo y académico. No importa que haya más o que haya menos, lo que interesa es la decisión política de trabajar en esa situación”, explicó. “Tenemos muchísimos proyectos y es necesario cumplirlos con definiciones. Hay que trabajar en cuatro o cinco cosas, primero refundar la familia, allí se da una situación muy especial. El trabajo digno hace a un hombre realizado. Si se escolariza es un hombre socializado, y si arman una familia donde haya amor, respeto, con un proyecto de vida, entonces la familia avanza y se incluye en una sociedad.
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