Cinco minutos le llevó al juez Oscar Hergott anunciar que la última audiencia del juicio por crímenes de lesa humanidad que se le sigue al represor Luciano Benjamín Menéndez quedaba suspendida. Ayer estaba previsto que el acusado diera sus últimas palabras, a través de videoconferencia desde Córdoba, antes de que el Tribunal leyera la sentencia. Pero por ausencia de uno de los jueces, se tuvo que pasar a un cuarto intermedio. El motivo que comunicó Hergott fue que el tercer juez que integra el Tribunal Oral Federal Nº 1, Héctor Cortés, “sufrió una rotura de ligamentos y recién presentó el certificado médico correspondiente. Por lo que decidimos pasar a un cuarto intermedio de 30 días hábiles o bien por el tiempo que lleve su recuperación”.
Tanto el fiscal Cristian Rachid como el abogado querellante Norberto Foresti fueron notificados minutos antes que ingresaran los magistrados por la secretaria del Tribunal, Alejandra Suárez. Ambos mostraron su sorpresa y de alguna manera su frustración porque entendían que la causa 2470 denominada "segundo juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en San Luis durante la última dictadura cívico militar; en el período 1976-1977", terminaba con la lectura de la sentencia. El fiscal explicó que “ahora habrá que esperar por lo menos estos 30 días hábiles, volver a llamar a las partes a una audiencia, coordinar con Menéndez para que pueda comparecer por video conferencia y luego de que los jueces den su veredicto, todavía hay diez días hábiles por delante hasta conocer los fundamentos del fallo. Recién después comenzará el período de apelaciones, por lo que si recibe una condena llevará mucho tiempo conseguir que quede firme”.
Menéndez fue juzgado por 29 hechos de privación abusiva y agravada de la libertad, 29 hechos de tormentos con privación de la libertad y 11 homicidios calificados. Era el único de los imputados en esta causa que faltaba ser enjuiciado, por lo que las partes habían acordado un juicio abreviado que comenzó el 18 de noviembre del año pasado y que consumió nueve audiencias porque al mismo tiempo debía comparecer en otros dos debates orales en Córdoba y Catamarca. Además ya sumó una docena de condenas, 10 a prisión perpetua de las cuales 4 fueron dictadas en Córdoba. La última la recibió el 1 de junio del año pasado justamente por parte del Tribunal Oral Federal 2 de esa provincia por el asesinato de tres militantes de la Juventud Universitaria Peronista durante 1976.
Tanto la Fiscalía como la querella solicitaron en sus alegatos la pena de prisión perpetua para el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército con asiento en Córdoba, mientras que el defensor oficial, Eduardo Bahamondes, alegó en su defensa que tanto este juicio como los anteriores donde ya fue condenado, “son inconstitucionales”.


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