El sol, las sierras, la brisa, el cielo y el lago de Potrero de los Funes eran los mismos de siempre a las nueve de la mañana. Las familias llegaban cargadas con sus reposeras y bolsos para ocupar su lugarcito bajo la sombra de los quinchos, los árboles y las sombrillas, como cada domingo. Pero esta vez al observar el espejo de agua se encontraron con un puñado de veleros que formaba parte de la primera “Regata interlagos San Luis”. Cerca del mediodía, en la zona de boxes, empezó la competencia con participantes de diferentes provincias, cuyo objetivo no era ganar, sino hacer lo que más les gusta: navegar y divertirse entre amigos.
“Siempre gana el que menos puntos hace en cada vuelta y el que se divierte. Va puntero el barco ‘Escorpión’, que está tripulado por el señor Monet y su hija. Pusimos las boyas en la costa oeste, una en la zona de boxes y otra frente al Hotel Internacional porque es donde más sopla el viento. Esta vez compiten ocho navíos de la clase pampero y cuatro láser, una primero y la otra después con diferencia de cinco minutos”, especificó el árbitro, Luis Rosi, del Club Regatas de Mendoza, y mientras se subía a una embarcación de San Luis Agua, para marcar el trayecto.
Algunos competidores preparaban sus naves, otros tomaban mate y los tripulantes más jóvenes se desperezaban a la sombra. La cita era a las nueve y a nadie parecía importarle que se retrasara la partida. Todos estaban entusiasmados, entretenidos tomándose fotos con las sierras de fondo y de buen humor.
Cuando arrancó el certamen lo más importante para todos era estar concentrados con múltiples estrategias en la mente, teniendo en cuenta el viento y el movimiento del agua. Desde lejos no se notaba que los navíos iban a toda velocidad. Parecía que estaban inmóviles sobre las olas del dique.
La entrega de premios ayer fue en la confitería flotante del Hotel Internacional de la Comuna. La competencia terminó a las 13:30 y los rotundos ganadores fueron Paulina Monet y su papá Roberto, que también se destacaron en la regata que se realizó el sábado en La Florida. Arribaron a San Luis junto a toda su familia, que observaba la carrera desde Parque Nativo. “Tuvimos suerte con el viento y nos fue muy bien. Tengo una compañera de lujo, nos llevamos muy bien, ella manda y yo obedezco porque es muy buena marinera”, expresó y aseguró que ambos estaban nerviosos segundos antes de ingresar al lago.


Más Noticias