Tras la amarga derrota en Mendoza sobre el final ante Huracán Las Heras, ayer Jorge Newbery retomó su agenda con las energías renovadas. Lo hizo durante tres horas y media, aunque una de ellas fue parte de una charla que Gerardo Quiroga mantuvo con los jugadores. No quiere un bajón anímico.
La actividad arrancó temprano. A las 9 en el vestuario aurinegro. Allí el DT analizó el traspié frente al “Globo” lasherino. También escuchó a sus dirigidos, donde todos coincidieron que a pesar de padecer la bronca lógica dieron el cien por cien en un partido que hasta el gol parecía controlado.
Tras la charla, la jornada continuó en el micro estadio techado del club, con el profesor Kevin Pizarro a cargo de distintos ejercicios que incluyeron pesas. Después, cerca de las 11, se mudaron al complejo de césped sintético ubicado sobre avenida Perón, donde se movieron con pelota.
Dos que no estuvieron presentes en esta segunda parte del entrenamiento fueron Leonel Felice y Kevin Pereyra. Tanto el delantero como el defensor terminaron golpeados el último domingo, y por eso se quedaron cumpliendo trabajos diferenciados con Damián Giraudi, kinesiólogo aurinegro.
Sobre el césped sintético, Quiroga separó a quienes jugaron contra Huracán de los que no entraron en acción. Todos hicieron fútbol reducido bajo la atenta mirada del entrenador puntano, que de a poco ya empezó a analizar lo que se viene: Estudiantes de Río Cuarto, Córdoba, como local.
La palabra del DT
Al finalizar la práctica, Quiroga habló con El Diario de la República y señaló que vio “muy bien al equipo” aprovechando las situaciones que se generaron. Además, que la idea “era estar bien parados y controlar la pelota. Por ahí nos faltó ir más para adelante, con el tiempo lo vamos a cambiar”.
En cuanto al factor anímico de sus “players”, opinó: “Los chicos están bien pero a su vez con bronca. No es para menos porque se nos escapó un punto sobre el final. En ese momento Huracán no proponía nada y, de golpe, en un descuido defensivo se encontraron con un triunfo importante".
El entrenador "Pitojuán" sabe que la Zona 8 es complicada. Todos los rivales tienen lo suyo y son peligrosos, una prueba “son los resultados que se dieron. La mayoría estamos con tres puntos. Y a pesar de ser un poco la cenicienta del grupo, porque no incorporamos muchos refuerzos, cualquiera puede ganarle a cualquiera”, cerró Quiroga con optimismo.


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