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Juicio por abuso: una tía dijo que se dio cuenta de que la víctima mentía

Por redacción
| 21 de marzo de 2016
Testimonio revelador. La tía materna de la presunta víctima declara ante el tribunal. El juicio se acerca a la etapa decisiva. Foto: Héctor Portela.

De a poco, con el tiempo, A. P. comenzó a notar que su sobrina, la hija de su hermana, mentía. En pequeñas cosas, pero lo hacía, casi de manera constante. Por medio de la regente se enteró de que en su escuela le decía a todos que su madre había muerto y que en la casa de su tía la obligaban a limpiar, a hacer cosas que ella no quería hacer. Fue allí cuando la mujer empezó a cuestionarse y a plantearse que quizás eso que la adolescente le había dicho una vez, sobre que su papá la había violado, como todo aquello que contaba en el colegio, también era una mentira.

 


A.P. lo dijo en el sexto día del debate oral que afronta su cuñado, M.Q., por “abuso sexual simple” y “abuso sexual con acceso carnal”, ambos agravados por el vínculo, en la Cámara Penal Nº 1 de Villa Mercedes.

 


La testigo de 32 años relató que, en octubre de 2013, se anotició de los abusos por medio de la madre de una amiga de su sobrina. Contó que un día después de hablar con esa mujer su sobrina recurrió a ella y le confesó todo. Estaba desesperada.

 


En un mar de lágrimas, le contó que “su papá la había violado y que su mamá la había corrido de la casa por cómo había acusado a su padre de semejante cosa”. “Estaba remal, lloraba. Me decía ‘ayudame, por favor. Sos la única… Mirá que V. (su abuela) y mi mamá no me quieren escuchar. Nadie me escucha. Dicen que es mentira, pero es verdad’”, rememoró A.P.

 


“Mi papá me abusó. Me obligaba a ver películas pornos. Me tocaba… Vos fijate que tengo hermanas. Mirá si les llega a pasar algo a ellas…”, le habría dicho, según ella, la adolescente, que por ese entonces tenía 16 años.

 


“Me dijo eso y un montón de cosas más. No paraba de llorar. Yo, en ese momento, le creí, porque tengo una hija también. Me cayó remal. Me enojé”, expresó la testigo. Relató que la menor le pidió, encarecidamente, que fuera a tribunales y le dijera al juez todo eso que ella le había contado.

 


Declaró que al día siguiente fue al juzgado y habló con el juez de Instrucción Penal Nº 2, Leandro Estrada. Le narró todo lo que su sobrina le había pedido que dijera. Después de eso, la menor continuó un tiempo viviendo en la casa de una amiga, pasó la noche del 31 de diciembre con A.P. y, tras unas semanas, esa tía se la llevó a vivir con ella.

 


“Creo que estuvo conmigo hasta junio. La llevé al colegio. Ahí empezamos a tener problemas. Con mi marido, comenzamos a calcular que M. mentía. Mentiras chiquitas, pero eran… La regente me dijo que ella decía que su madre había muerto y que yo la obligaba a hacer cosas, a limpiar. Todas mentiras, porque M. no hacía nada, ni la cama se tendía. Iba a la escuela y nada más”, comentó.

 


Las dudas se convirtieron en certeza, según la testigo, el día que la víctima se presentó en su vivienda con un novio. “Al principio, el chico venía a la tarde. Después comenzó venir cuando salía del colegio y se quedaba toda la tarde”, señaló. La menor, además, comenzó a ir al ginecólogo. “Me pareció raro porque si, supuestamente, la violaron tendría que tener rechazo a los hombres. No sé, no se dejaría tocar por nadie”, manifestó. 

 


“Un día cayó con que estaba embarazada”, dijo. Ésa fue la gota que rebalsó el vaso para el  marido de A.P. El hombre se contactó, de inmediato, con su suegra y le pidió una reunión con su cuñada, la madre de la adolescente. “Cuando llegaron a casa. Nos sentamos todos en la mesa. Mi marido, mi mamá, mi hermana, mi sobrina y yo”, contó.

 


Allí, sin peros de por medio, le dijeron que ya no podían tener a la jovencita, porque habían caído en la cuenta de que era una mentirosa.

 


“Ella miente y mucho. Y encima está embarazada. ¿Cómo querés que la tengamos si es una mentirosa, le dije a mi hermana”, afirmó.

 


Ahí fue cuando el esposo de A.P. le aconsejó a la víctima: “¿Sabés lo que tenés que hacer vos, M.? Tenés que agarrar y sacar a tu papá de la cárcel, porque lo que hiciste con tu padre es injusto. Sos una mentirosa. Ahí ella agachó la cabeza y empezó a llorar”, aseguró.

 


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