El martes 5 de abril Joana Booling y su padre Elnes, vivirán una experiencia que marcará sus vidas para siempre. Juntos, ingresarán al quirófano del Sanatorio Allende, en Córdoba, para un trasplante de riñón. Con sólo 20 años, la jugadora del seleccionado argentino de handbol, decidió ser donante para su papá, estrella y baluarte en el equipo del Gepu, que logró el ascenso a la Liga Nacional de Básquet en 1989. Además, fue figura en la temporada 92/93, cuando el elenco puntano se consagró campeón.
“Siempre estuvo en mi cabeza donarle. Cuando él comenzó con diálisis estábamos de vacaciones con mi hermana. Era la solución, y yo estaba dispuesta. Pero como era menor de edad, no podía”, contó Joana, que hoy vive en Buenos Aires y juega en el club Mariano Acosta.
“El año pasado en una de las visitas que hice a San Luis, hablé con el médico que lo atiende a él y le conté que me quería hacer los estudios”, contó. “El martes Ingreso al quirófano antes, para que me quiten el riñón. Una vez que esté casi todo listo, entrará él. Es para que el órgano no esté mucho tiempo fuera del cuerpo”, explicó relajada Joana. “Ella quiere entrar al quirófano con el celular”, bromeó Elnes y la abrazó.
El domingo en la edición papel de El Diario de la República, la entrevista completa.
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