"Las Pastillas del Abuelo" tocó en Villa Mercedes para unas 500 personas

Una de las características que emergen a "Las pastillas del abuelo" algunos escalones por encima del resto de las bandas de su generación, son las letras. Ácida a veces, cómplice otras, certera siempre, la poesía de "Piti" Fernández -líder y cantante del grupo- tiene, gracias a su simpleza, una llegada segura a sus seguidores. 
Esa es una de las intenciones más marcadas del grupo: que su publico no tenga que hacer demasiado esfuerzo por interpretar lo que quiere transmitir. Un golpe directo que le debe mucho al poeta Almafuerte, a Enrique Santos Discépolo y a Joaquín Sabina. Algo que, en una época con algo de hermetismo en lírica, no deja de ser un mérito. 
En su visita a Villa Mercedes el viernes a la noche en el Molino Fénix, LPDA entró con sus historias de pequeños placeres ante unas 500 personas que aunque no llegaron al espíritu de kermés que suelen tener los recitales del grupo, armaron una entretenida reunión de rock. Algunos globos, algunos cantitos y algunas banderas fueron sólo el calentamiento de una fiesta que no llegó a despegar del todo.
La banda de "Piti" deposita mucho en la algarabía de sus fans para el armado de sus recitales, un punto que no estuvo en lo alto el viernes. Extraño, porque el público villamercedino suele ser especialmente efusivo ante el rock.
Con mucha menos gente de la que llevó Sociedad Española de San Luis hace cuatro meses, la banda dio un recital similar en cuanto al repertorio, aunque en un lugar que permitió una mejor escucha y una mejor visualización. 
Gracias a la buena relación que el grupo tiene con el productor Diego Sosa, fueron muchas las veces que tocó en la provincia, a tal punto que ésta fue la segunda presentación de "Paradojas", su último disco, en la provincia. 
Pese a que esa era la excusa, la banda hizo una buena selección de temas antiguos en la que evidenció las mismas inquietudes que los abrazan actualmente: la familia, los amigos, los medios de comunicación. Como una forma de plantarse ante la realidad nacional, "Piti" rescató "Gobiernos procaces", un tema de su disco anterior que en una clara alusión al ahora presidente Mauricio Macri contiene una de las frases más políticas del grupo: "Manejan la ciudad como a un club de fútbol". 
Oraciones de ese tipo le entregaron a la banda, un récord que aunque puede ser menor, no deja de ser curioso. Son pocas las bandas del rock nacional que tienen tantas frases de remera y, por ende, tantos diseños disponibles. Los vendedores, en la salida de los recitales, hacen una buena recaudación. 
Como en el disco, el grupo empezó el show -una hora después de lo anunciado- con "Absolutismos" y luego de pasar por otros dos temas de su álbum más reciente, hizo el recorrido que omitió sus temas más exitosos, con excepción del siempre efectivo "Otra vuelta de tuerca".
Quizá por eso, cuando sobre el final regresaron a las canciones más nuevas, el público lo celebró, (el punto más alto fue el reggae "Rompecabezas de amor"), lo que permite inferir que la banda está atravesando su mejor momento.
Sostenidos en las guitarras de Diego Bozzalla y Fernando Vecchio -que a veces hacen en simultáneos los mismo punteos- y los teclados de Alejandro Mondelos, LPDA mostró su consolidación como banda, algo que logran sólo aquellas agrupaciones que cumplen la mayoría de edad.