Guillermo Carrari no se ve furioso. Ya no tiene energía para acumular bronca. Está, más bien, rendido. Analiza la posibilidad de instalar, aunque signifique un presupuesto extra, una alarma en su tienda. El martes, cuando él y su esposa empezaban a salir adelante del robo que sufrieron hace dos meses, un grupo de delincuentes volvió a entrar a su negocio y se llevó más de 20 mil pesos en ropa. La esperanza de que este nuevo robo sea esclarecido casi no subsiste. No, porque el comercio está a sólo 100 metros de la Jefatura de la Unidad Regional II de Policía, en el centro de Villa Mercedes.
Tampoco está lejos de que los ladrones que le saquearon el negocio, la madrugada del martes, sean los mismos de la otra vez. De hecho, el dueño de “Perachino” cree que así fue, por la modalidad del robo. “Hicieron un hueco en el techo, en el mismo lugar que la otra vuelta. Y por ahí entraron”, resumió.
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