Advierten que a más temprana edad ingresan en las adicciones

Tres organizaciones con gran trayectoria en el trabajo con adictos están en alerta por los jóvenes. El Diario habló con representantes de FAS, "Levántate y Anda" y "Remar".

"La droga se ha convertido en  común para los adolescentes"

La Fundación de Acción Social es un centro de asistencia, prevención, capacitación e investigación sobre las adicciones. Con más de treinta años en la provincia, cuentan con distintos tratamientos y uno de ellos es por consumo de sustancias psicoactivas. Tienen un grupo de profesionales interdisciplinarios para asistir a los pacientes. “Se comienza con un proceso psicodiagnóstico. Se lo evalúa, se ve cuál es el perfil psicológico y si hay un grado de dependencia a las drogas. Hacemos también entrevistas con los familiares.  A partir de ahí, se diseña una estrategia de tratamiento ambulatorio. No son casos que requieran internación”, dijo Rafael Pablo Díaz, director terapéutico de FAS.

El profesional aseguró que la principal causa de las consultas es el consumo de bebidas alcohólicas en todas las edades. “Desde los doce hasta los setenta años. Lo alarmante es que la edad de iniciación es cada vez más temprana, de ocho o diez años. Mezclan cualquier droga con alcohol.  Siempre está presente. Comienzan con poxirán, alcohol o marihuana. La droga se ha vuelto una de las prácticas más comunes en los adolescentes. Tiene que tener sus propios ritos de iniciación. Que sean comunes y diferentes al resto de la sociedad. Ellos están en un proceso de metamorfosis psicológica. Hay que promover que no haya consumidores, como cultura tenemos que hacer otra cosa”, sostuvo Díaz.

Según el director terapéutico, las drogas más comunes en San Luis son la marihuana, cocaína, tolueno y psicofármacos. “Tenemos una media de doscientas personas que consultan por año. Si escuché dos veces sobre el tema del éxtasis, es mucho. No creo que no haya, debe haber pero no llega tanto. Pasa que son drogas más caras. Hay que tener cierto poder adquisitivo para comprarlas. La droga es un objeto de consumo, tiene que ser accesible a la gente, no es cara”, mencionó.

Resaltó que lo importante es entender que la droga está cumpliendo una función. “Por algo la necesita, no tenemos solamente que decir que es mala y la sacamos. Tenemos que entender y resolverlo. Lo que hace el adicto es automedicarse. Tenemos que averiguar, a través de la terapia, qué está haciendo con la droga”.

También indicó que en estos últimos años cambió el tipo de sustancia que los jóvenes consumen porque la sensación que buscan es otra. “Se utilizan más las drogas que disocian que las que conectan. Generan un grado de lucidez, excitación y bienestar pero mayor disociación con el inconsciente. Hoy cuanto menos sientas, mejor. Las pastillas de éxtasis aceleran el ritmo cardiaco y la presión arterial”, explicó y agregó: “Estamos ante un cambio muy veloz, que es el auge de las drogas de síntesis que provocan un deterioro mucho mayor que las tradicionales. En dos o tres años terminan con síntomas parecidos al Parkinson.  Además, se pueden  fabricar en una casa y cualquiera con cierto conocimiento las puede hacer”.

FAS está en pasaje Salta, 1372. Las líneas telefónicas de la fundación son: 4429745 y 4442212.

"Algunos toman el ejemplo familiar"

“Tengo menores de catorce años, me quisieron traer chicos de nueve años, pero no lo acepté porque eran demasiados pequeños para estar con adolescentes", dijo el director de "Remar", Miguel Merino, preocupado por la edad en que se inician en el consumo de alcohol.

El pastor aseguró que cuando los  niños están en un entorno donde sus familiares tienen una adicción, es habitual que repitan las conductas. “Cuando el chico tuvo un padre alcohólico es probable que él también lo sea”.

Según Merino, las drogas que más se consumen en San Luis son la marihuana, la cocaína, las pastillas, el poxirán y el alcohol, pero no al nivel de otras provincias como Buenos Aires, Mendoza o Rosario. "Tampoco tenemos casos de paco”, señaló.

El tratamiento en "Remar" es a través de la internación, no es ambulatorio y se divide en tres fases. “En la primera vienen a las oficinas, le explicamos las normas del centro y nos interiorizamos de qué les pasa. Después vemos cuál es el lugar más idóneo para internarse. Al ser gratuito lo único que se le pide es una fotocopia del documento y unos datos personales. Tenemos una granja en El Suyuque con animales. Allí están entre un mes y dos para su desintoxicación. No se puede fumar ni tomar alcohol así que es un choque muy grande para ellos. Tienen orden para todo porque intentamos que vuelvan a la realidad. Se ayuda con reuniones grupales cristianas”, explicó. Después, se trasladan a un taller-escuela en el que aprenden carpintería, herrería o albañilería, entre otros oficios. El grupo que integra la tercera fase, son los chicos que reparten folletos o almanaques en la calle. “Hacen un doble trabajo porque informan lo que es 'Remar', piden donativos para autofinanciar el centro y además, ayudan a que ingresen nuevos pacientes. El noventa por ciento de las personas nuevas se acerca porque recibió un folleto y vio que era gratuito”.

Para comunicarse con "Remar" pueden llamar al 4435806 o dirigirse a las oficinas ubicadas en Sarmiento 2065.

"El chico que empieza a consumir es porque quiere decir algo"

“Estamos viendo chicos muy menores con problemas de adicciones y en esos casos tenemos que preguntarnos qué nos está queriendo decir. Ni el menor sabe. Algo le está pasando, está sufriendo por alguna razón. Es común que en la adolescencia quieran probar cosas nuevas. Por eso, hay que estar atentos si en algún momento eso desborda y necesita un adulto que lo encarrile. Necesita alguien que lo escuche y los contenga”, sostuvo Nicolás Chiri, director terapéutico de "Levántate y Anda".

Para Chiri, el alcohol es la “puerta de entrada” a las adicciones porque es de fácil acceso y es el que está más aceptado socialmente. “Ellos ven que el fin de semana, el padre, el tío o el abuelo comen un asado y toman. Empiezan a asociarlo con festividad, con algo bueno y natural. El mejor ejemplo lo deben dar desde el hogar, porque es donde el menor toma como primera referencia”, remarcó.

Otra de las causas que indicó es la falta de límites. “El chico sale a buscarlo fuera de la casa. La bajada de línea de la familia tiene que ser una guía. Si hace la ‘previa’ en casa es como decirles que no hay problemas con el consumo de alcohol. Hay que decirles que las drogas son malas. El rol de padre es difícil  pero lo mejor que puede hacer es darle el ejemplo”, aseguró.

“En San Luis lo que más se observa es el consumo de alcohol, pastillas como antidepresivos, marihuana y cocaína. Lo que todavía no vemos es el paco, que es más masivo en Buenos Aires. Tampoco de éxtasis porque son más caras y difíciles de conseguir”, afirmó.

La asociación tiene tratamientos de internación, ambulatorios y un centro de día de jornada completa o media. “Todo dependerá del grado de adicción y la voluntad de la persona. Lo ideal es que la persona que entra, salga con un proyecto de vida. Recibimos chicos de dieciséis años para arriba. Es fundamental que sea voluntario. En los casos en los que el sujeto no quiera venir, trabajamos con la familia que es una manera de hacerlo indirectamente”, contó Chiri.

“Levántate y Anda” firmó un convenio con Dosep. “Que un organismo tan grande empiece a reconocerlo, quiere decir que estamos rompiendo con la barrera de la negación. Las obras sociales tienen la obligación de cubrir el tratamiento porque está considerada como enfermedad”, dijo.

“Levántate y Anda” está ubicado en Junín, 1699. Pueden contactarse al 4453198; 154577222 o enviar un mail a levantateanda@hotmail.com