La tragedia golpeó fuerte no sólo por su magnitud, sino también porque “Bati” era muy conocido en San Luis. Y en Naschel, porque Eivers era muy querido. Tenía una despensa en un barrio, pero además “era profesor de Karate y muy solidario, porque si un chico no tenía para pagarle la cuota, le enseñaba igual”, contó José Luis Ruiz Díaz, periodista de la localidad.
Una fuente de la Policía dijo que los Eivers viajaban a la capital porque a la madre de Juan Sebastián, que hace tiempo sufrió un ACV y tenía frecuentes recaídas, la habían internado en el Hospital San Luis.
Ayer circuló un rumor de que la esposa, Laura Casco, habría estado embarazada. Esperaban confirmarlo o descartarlo anoche, con la autopsia.
En Naschel, los dueños del único boliche bailable del pueblo, “State”, amigos de Maximiliano Eivers, corredor de los autos “cuarto de milla” que prepara con su padre, cerraron en señal de duelo.
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