Es posible que, en el futuro, los mismos adjetivos de admiración que Maximiliano Arrieta utiliza al hablar de los grandes guitarristas de Villa Mercedes, recaigan sobre él. El joven, a los 27 años, es una de las grandes promesas de extensión de una estirpe de artistas que está lejos, muy lejos, de extinguirse.
El trébol se presenta hoy a las 23:30 en “El Refugio Mercedino”, Los Álamos y Carlos Pellegrini.
Maximiliano forma parte de una generación de guitarristas mercedinos que tiene la intención, el deber y la obligación de perpetuar un legado que la ciudad se ganó a nivel nacional. Un paso enorme hacia esa determinación dará a partir de ahora, que es parte estable de "El trébol mercedino", acaso el más férreo representante del folclore en la ciudad de la Calle Angosta.
El conjunto se quedó sin uno de sus integrantes más ilustres en diciembre del año pasado, cuando Aldo Raúl Ávila -el hijo del fundador Raúl "El sapo Ávila- falleció luego de unas semanas de internación.
En ese momento, la decisión de Julio Coria, quien quedó a cargo del grupo, fue continuar con Cristian Mana y Cristian Romero en una formación de trío. La incorporación de Arrieta pretende cubrir el espacio que dejó Aldo.
"El sitio que dejó es irremplazable. Yo solamente voy a hacer lo que pueda", dijo Maximiliano sobre su labor en el conjunto.
Si bien el primer avance de la nueva conformación de "El trébol..." se conoció el 8 de julio pasado en la velada de gala por la Independencia, el recital inaugural será esta noche en "El refugio mercedino", de Los Álamos y Carlos Pellegrini.
La elección de Maximiliano para el consagrado lugar no fue caprichosa. El joven fue alumno de guitarra de Aldo y, a los 13 años, tuvo su primera etapa en el conjunto, por lo que esta nueva incursión es, en realidad, un regreso.
Cuando era un adolescente encandilado por el brillo de la madera templada de las guitarras, Arrieta formó parte de la integración oficial de "El trébol..." junto a Coria, Ávila, Jorge Poblete y Carlos Arrieta, su padre, otro de los mentores de su presente musical.
"Mi papá es parte fundamental de mi formación. Si no fuera por él, yo no estaría tocando la guitarra", dijo el joven, soltero, nacido en Villa Mercedes, egresado de un colegio industrial y actualmente empleado de Bagley. De hecho, cada tanto, y para despuntar, se junta con Carlos en reuniones familiares o informales para darle cuerda a "El dúo coplero" o "Cordaje argentino", dos formaciones que mantienen el linaje familiar.
Hasta los 19 años, Maximiliano tuvo su primera etapa en "El trébol...", un tiempo que recuerda con mucho cariño. "Fue muy importante compartir ese tiempo con esos músicos. Aprendí muchísimo", señaló.
Tras su primera incursión en el histórico grupo, Arrieta se fue a vivir un tiempo a Mendoza, donde formó un conjunto que tuvo que olvidar cuando regresó a su ciudad natal, convocado por Carlos Pallero, otro héroe de la guitarra en Mercedes, para formar "Los trovadores mercedinos", donde se reencontró sobre un escenario con su padre Carlos.
Luego de grabar el año pasado un disco en La Casa de la Música, "Los trovadores..." decidieron disolverse, por lo que ahora el tiempo musical que Maximiliano dispone para su vida, será exclusivo para "El trébol...".
Como no podía ser de otro modo para un guitarrista mercedino, Maximiliano fue parte de "Las cien guitarras mercedinas", otro conjunto tradicional con el que, por ejemplo, visitó el escenario de Cosquín dos años consecutivos. Pero no dejó que su paso fuera indiferente: cuando tocó con sus 99 compañeros tenía 11 años y se convirtió en el integrante de menor edad en pasar por el grupo. Y por supuesto, allí tocó otra vez con su padre.
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