Un feedlot que quiere dar el gran salto

En Donovan, a escasos 10 kilómetros de la ciudad capital, en alrededor de 300 hectáreas rodeadas de un paisaje inmejorable de sierras hay un feedlot en el que están en proceso de engorde 1.500 cabezas. Es un emprendimiento en pleno ascenso, por un lado porque el mercado le permite mejorar las condiciones de encierre y por el otro porque se han propuesto ordenar un trabajo que por lo menos ya lleva 12 años en la Provincia de San Luis para poder ir por más.

Las hembras terminadas pesan unos 360 kilos, los machos, 400.

Al llegar, un perro de escasos modales recibió a la revista El Campo. Pero resultó ser, como en todos los casos entre el can y el hombre, el mejor amigo de Oscar Arias, el administrador de La Nely. Comentó que hacía poco tiempo que trabajaba en el campo y que había venido para acomodar algunos temas dentro del feedlot. Ante la pregunta sobre qué trabajos estaba haciendo, empezó a enumerar desde los cultivos que crecen para la alimentación del rodeo hasta la selección de animales por corral. Un todo terreno integral, como deben ser los empleados en este tipo de empresas, ya que el circuito de tareas es amplio y exigente.

“Toda la producción agrícola va dirigida al engorde a corral. Aquí tenemos 21 corrales con capacidad para 250 animales cada uno. El precio los define, pero la mayoría de la hacienda es de raza Aberdeen Angus. Ellos suman más de mil”, aseguró el empleado del establecimiento, y dio cuenta que desde hace aproximadamente 10 años se hace engorde en ese campo, que es propiedad de Juan Melchor.

“Cuando llegué, en agosto de este año, empezamos por ordenar los corrales por categorías, por un lado los machos y por otro las hembras. Con el nutricionista empezamos a mejorar la dieta del rodeo según el peso y para lograr una buena terminación. Además, a los siete empleados que trabajan los capacitamos para mejorar la tarea de todos los días”, agregó Arias.

Aunque los especialistas ya saben cuál es la forma de administración de la comida en los feedlot, es siempre interesante conocer la técnica de la gente de La Nely. “La alimentación que empezamos a usar es maíz, suplemento, fibras y subproductos como burlanda y gluten feed. Lo que hicimos fue definir cómo darlo y qué mezclas eran más convenientes. En este tiempo ya hemos podido ver los resultados en la cantidad de peso que ganó el rodeo. Se administra dos veces por día, una a la mañana y otra por la tarde. La del terminado se hace con maíz en grano y picado, en el que se incluye la planta también. Reciben también aporte de fibras, que en general es sorgo picado”, detalló.

“Acá llegan los animales, previo peso, para poder determinar qué clase de nutrición van a requerir para alcanzar los kilos que necesitamos. El peso nos va a definir el corral al que deben ir. Generalmente los animales arrancan con un preiniciador, que está compuesto de una dieta que lleva más fibra que energía. “En este proceso necesitamos que el animal gane tamaño. El peso en este primer período no es importante, buscamos que tome porte para aguantar lo que viene después. Luego de 15 ó 20 días viene el proceso que llamamos "iniciador", donde empezamos a acelerar los tiempos agregándole, fundamentalmente, maíz para luego darle la terminación”, contó el asistente del veterinario, Víctor Becerra, que es uno de los empleados más antiguos y que ha visto crecer el feedlot de Donovan.

En las tareas de todos los días, Víctor controla que todo el rodeo esté en óptimas condiciones de sanidad. “Si algún animal no rumea, está desganado o alejado del resto de la manada automáticamente lo separo y lo dejó en observación. Luego se acerca el veterinario, quien decide qué medicación debe ser administrada. Otro indicio de enfermedad es cuando la garganta del animal está apoyada en el piso”, dijo.

“Acá la enfermedad más común es la acidosis, que se trata de un desorden nutricional que comúnmente se da en los feedlot. Cuando el animal consume maíz en exceso sufre como una especie de empacho que despierta algunos síntomas como los antes mencionados. Para eso tratamos de que esté bien mezclado el mixer y evitar que el animal lo elija en exceso, porque si les das ellos no paran de comer, tenemos que ser selectivos”, contó el experimentado empleado.

Generalmente dentro del establecimiento se hacen movimientos día por medio. “En mis labores diarias se incluye el preparado cuando el frigorífico hace el pedido. Para eso separo los animales que ya están terminados”, agregó Becerra. 

En cuanto a la venta, el encargado del engorde a corral La Nely dijo: “Apenas están terminados se van a Mendoza, a Granja Benedetti, que es un centro importante de comercialización de carne, donde se hace la faena. Prácticamente toda nuestra producción va a parar allá”.

Las expectativas son muchas, pero la pregunta es cómo harán para alcanzar los objetivos. “El número está definido y la manera será a partir del nacimiento de terneros, eso nos hará aumentar las ganancias y nos permitirá comprar más animales”.

Las tareas son programadas y persiguen un objetivo de tamaño y peso que resulte rentable para el productor que hace grandes inversiones en la producción de recría. “Con el preiniciador se pretende alcanzar un peso diario de entre 800 y 900 gramos. Ya para el terminado el promedio al que aspiramos es 1,250 kilo de ganancia por día. El animal ingresa regularmente con 180 kilos. La hembra la sacamos con 360 y al macho con 400 kilos. Generalmente esto lleva un tiempo aproximado de cuatro meses”, afirmó Arias, quien aseguró que van a buen ritmo pero sobre todo a paso seguro.

Atentos a los pedidos que reclama el mundo de hoy, Arias recordó que entre las tareas que vino a hacer también estaba anotado con marcador rojo el cuidado del medio ambiente, lo que llama producción sustentable, algo difícil de conseguir en un feedlot, donde los animales se acumulan en poco espacio y hay que ser muy responsable. “Uno de los alimentos que recibimos viene en envases de nylon. Esas bolsas las guardamos para entregarlas luego a unas personas que las reciclan. Además en ninguna parte del terreno se hace desmonte. Por último, sacamos la acumulación de excremento (guano). Estamos buscando gente que pueda reutilizarlo como abono. En lo que a cultivos se refiere, estamos empezando a trabajar con la rotación. Tuvimos uno de los lotes que sufrió voladuras, por lo que planeamos comenzar con los cultivos de cobertura para que no nos vuelva a pasar. Empezamos de cero, cuando llegué no había registro de manejos, nada, sólo desorganización, pero vamos mejorando”.

Por último el encargado del establecimiento, que al momento de recibir a la revista El Campo planeaba viajar a Mendoza para conocer el lugar donde comercializan la carne que allí se produce, dijo que ”se trata de una alianza estratégica entre San Javier y Alma SRL, donde hacemos engorde a corral. Ahora la idea es poder alcanzar los 5.000 animales. Por el momento usamos más de la mitad de la superficie del campo para el cultivo de maíz con un único destino: la alimentación de los vacunos que queremos engordar”.

La actualidad en el mercado del engorde

El presidente de la Cámara Argentina de Feedlot, José Luis Triviño, habló con la revista El Campo para contar detalles de lo que vivió el sector en el último año. "Fueron tiempos muy dífíciles para el sector principalmente en los primeros meses y en estos últimos. En la primera parte por la liberación de las exportaciones que hizo que el maíz aumentara rotundamente. Uno de los principales costos que tiene el engorde, por ser la base de la alimentación de la hacienda, es el maíz lo que nos puso en un momento de apremio, a lo que le sumamos el tarifazo, con el aumento de servicios como la luz y el gas".

"Por los meses de abril y mayo, cuando el consumo en la Argentina se reactiva, nuestra realidad se acomodó hasta setiembre. En octubre vuelve a caer la rentabilidad debido a los diferentes aumentos y al estancamiento en el precio del gordo que es un animal que nosotros vendemos", aseguró Triviño.

El representante de la cámara le atribuye la caída de ganancias, en estos últimos meses del año a la pérdida del poder adquisitivo. "El año ya terminó y no lo hizo de la mejor manera, aunque las expectativas están presentes con la claridad de saber que 2016 fue un año de transición. Ahora retomaremos el camino para resolver los problemas".

"La invernada subió porque la gente hizo retención de vientres y machos. El engorde lo hicieron con la comida que tenían, que dependiendo la zona y el clima, tuvo mayor producción de pastos y forrajes, que permitieron en el caso de los machos llevarlos a novillos", informó el presidente.

A pesar del momento que se vive los proyectos continúan. "Para 2017 trabajaremos con el Estado Nacional, las provincias y los municipios. Con Nación haremos tareas con Canadá y Estados Unidos que visitan los frigoríficos para cerrar tratos en alguno de los semestres y exportar la producción. Además queremos incluir en el negocio a los Emiratos Árabes, al sudeste asiático y otros países que puedan estar interesados en comercializar con nosotros", dijo.

"Avisoramos que para el año próximo se puedan aumentar las hectáreas producidas de maíz y si el clima ayuda esperamos una cosecha récord lo que será alentador para la ganadería en sí y principalmente para el feedlot", especificó Triviño quien afirmó no está siendo fácil ingresar al engorde.

"Vemos que el productor mejora día a día su rodeo y profesionaliza la tarea de engorde lo que hará que, si el clima también acompaña, los precios de los animales empezarán a subir, con mejores índices de destete en abril y mayo", contó.

Por último Triviño aseguró que para el próximo año caminarán junto a los productores defendiendo sus intereses. "Capacitaciones y acompañamiento al productor son cosas en las que también trabajaremos en los próximos meses, así cómo también obtener diferentes herramientas de financiación, como sería la línea de créditos feedlot con tasas razonables y con la presentación de la prenda del rodeo".