Rubén Magnano: "Pónganse metas de alto vuelo, tengan coraje"

Sus pergaminos lo avalan. Tiene un período dorado que no le llegó de un día para el otro, sino que le demandó años de sudor y esfuerzo. Rubén Magnano, el ex entrenador de la Selección Argentina de Basquetbol que consiguió la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, arribó a la ciudad para disertar en el "Encuentro de Jóvenes Líderes", que organizó la Secretaría de la Juventud en el Arena La Pedrera. La charla fue una inyección de motivación para los becarios, a quienes aconsejó para que alcancen el éxito en su formación. 

Con la voz firme, las manos en movimiento constantemente y la mirada fija en cada uno de los miles de integrantes de las becas "Soñamos junto a vos", Magnano recorrió el escenario central del encuentro y no dejó de alentar en ningún momento, como cuando estaba frente a sus jugadores. "La medalla no fue una casualidad, eso fue una causalidad de todos los integrantes del equipo. Esos muchachos tuvieron un sueño y alimentaron el compromiso a diario con actitudes. Póngase metas de alto vuelo, si bien las van a lograr paso a paso, ellas son las que realmente encienden la sangre del hombre", sostuvo en el inicio.

En poco más de media hora, reunió los gloriosos momentos de su vida ligada al deporte para graficar a los chicos cómo debían encarar los proyectos y conseguir el éxito en lo que se propongan. Compartió el escenario con Alejandro Cassettai, de la Fundación Manu Ginóbili, y que viajó a Grecia con el grupo campeón.

"¿Saben por qué las personas o los equipos no tienen el mismo grado de rendimiento? Porque no tienen el mismo grado de compromiso. El límite de crecimiento de cada uno de nosotros en lo individual y lo colectivo está de la mano con el grado de compromiso que le ponemos a las actividades que hacemos. Hay que tener coraje, es fundamental porque son líderes y los líderes están hechos para tomar decisiones y hacerse responsable de ellas", remarcó.

A lo largo de su alocución, destacó los puntos esenciales a poner en práctica: equidad, confianza, respeto, disciplina, tener capacidad de percepción, saber escuchar y reconocer los errores. "No precisamos gente lista, sino preparada. Del momento que presentamos un proyecto, lo avalamos con nuestra preparación y tenemos la obligación de generar un cambio de conducta. Empecé con una escuelita en un colegio religioso presentando el mismo proyecto que ustedes", confesó.

También se refirió a la autoridad y la confianza que tienen que tratar de alcanzar. "Saber escuchar y ser vulnerables al aprendizaje. Sean humildes de aprender. No importa la edad, no empiecen a envejecer, busquen desafíos y que lo que logren les sirva para potenciarse. Si tienen la habilidad de transformar su lugar en un ambiente confiable van a lograr muchísimos resultados", aseguró.

Entre los desafíos que propuso, el ex entrenador alentó a no sucumbir ante errores y adversidades, ya que "el error forma parte incluso de nuestro crecimiento, es la puerta abierta a los nuevos cambios de conducta, los primeros aprendizajes. El equipo campeón olímpico sufrió adversidades pero si no nos preparábamos no íbamos a poder sortearlas. En muchas ocasiones, despiertan el talento de individuos que en situaciones regulares parece que estuvieran dormidos. Pero eso se trabaja desde el día lunes".

Hacia el final, Magnano afirmó que el paradigma del éxito descansa sobre la idea de "levantarse para seguir creciendo. El futuro pertenece a aquéllos que creen en la belleza de los sueños", concluyó en medio de los aplausos.