Con más de cuatro décadas de historia musical ensamblada en una sola familia, cada show de "Los Playeros" es una de las fiestas más esperadas por los fanáticos de la cumbia tropical puntana. Este viernes, desde las 20, en Terrazas del Portezuelo estrenarán un nuevo disco para celebrar sus 42 años de carrera.
Los ensayos del grupo se realizan en la casa de los hermanos Alejandro y Gustavo Berardo, hijos de Víctor, un histórico de la banda, pero la entrevista con Etc se realizó en su nuevo salón bailable, “Malú”. El piso de ese lugar, tantas veces ocupado, presenta con una carga emotiva importante para los mellizos: “Este escenario es el de Villa de la Quebrada, y también lo usamos en otros shows”, describió.
Ese tablado recorrió la provincia y localidades aledañas, supo de fiestas en los clubes El Pollo, La Casona, Luz y Fuerza, Suboficiales, la Sociedad Española y el antiguo CEPES, donde actualmente se erige el Ave Fénix.
El mellizo volvió al salón para abrirle al personal y que continúen las tareas adentro, mientras Alejandro terminaba los asuntos pertinentes sobre la edición y publicación del cd “Tá bueno!”, que entregará gratis en la próxima edición dominical de El Diario.
“Lo hacemos y lo difundimos nosotros, siempre buscamos innovar”, indicó Gustavo sobre las ofertas disponibles para sus fans.
Los mellizos Berardo siempre estuvieron juntos, tanto en su casa como en la escuela. Antes de terminar la secundaria en San Luis Rey ya trabajaban en la banda.
A los 14 cargaban cables y amplificadores y a los 37 no cambiaron su manera de trabajar, aunque estén al frente de una empresa gigante que mantiene con esfuerzo.
“Nuestra actividad nos obliga a hacer de todo. Acá somos asistentes, choferes, plomos, ordenamos, armamos la barra, arreglamos los shows, hacemos de todo y no se nos cae nada”, contó sin prejuicios y como forma de mostrar el buen ejemplo para otros músicos.
Con ese comportamiento, los hermanos buscan igualar lo que hacía su padre, un histórico baterista del grupo -hermano de Alcides- que con el tiempo se convirtió en el cerebro de una organización musical que ya lleva 40 años de éxitos.
Gustavo encuentra una sola diferencia con su mellizo: el casamiento. Mientras Alejandro vive en soltería, él ya formó una familia. En lo demás piensan, actúan y viven de la misma manera porque están todo el día juntos. “En casa tenemos una sola idea, que es la de trabajar”, comentó Gustavo sobre una coincidencia familiar: la de ir siempre para adelante.
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