Menor al volante: la familia del vendedor muerto en un choque se manifestó frente a un comercio

La indignación marcó el pulso de los familiares de Oscar Ramón Lanza, el preventista que murió en un choque, hace 22 días, en el barrio Ignacio Vidal de San Luis. El miércoles pasadas las 19, con carteles con la foto de Oscar y aerosoles en mano, expresaron su parecer sobre el hecho en la entrada a la distribuidora “Alvear”, propiedad del padre del chico de 17 años que embistió a la moto de Oscar con una camioneta. “Dolo eventual = Justicia x Oscar Lanza preventista”, reza el grafiti que los allegados trazaron en la playa de estacionamiento delantera del comercio, ubicado en Riobamba al 2100. Ellos y su abogado, Andrés Lazart, consideran que la Justicia debe mutar la calificación que tiene el sumario –homicidio culposo en accidente de tránsito– por una más grave, homicidio con dolo eventual. A su turno, el letrado prevé pedir el cambio.

Así, con la acción que desplegaron ayer, los parientes del fallecido preventista de “La Serenísima” iniciaron un ritual que esperan poder sostener cada miércoles: manifestarse, para que la muerte de Oscar no quede arrinconada en el olvido. Aún no han resuelto de modo definitivo dónde y a qué hora será la convocatoria de la semana próxima. Pero adelantaron que invitarán a organizaciones sociales, tales como Madres del Dolor, a la comunidad en general, y muy en particular a quienes hayan sido víctimas o sean familiares de personas que resultaron lesionadas o perdieron la vida en hechos viales.

“El motivo por el que estamos acá es que esto no quede en el olvido, como sucede muchas veces”, sintetizó Lazart.

“Mi papá no se merecía morir, y menos de esta forma. Todavía no era la hora de que partiera. Este chico me destruyó, nos destruyó, a mí y a mi familia. No voy a parar. Me quitó lo más preciado que tenía. A  mi hijo, que tiene 8 años, le quitó a su tata. Mi hijo y yo vivimos en la casa de mi papá, así que, por ejemplo, ellos salían a andar juntos en bicicleta. A mi hijo y a mis sobrinos, que también son chiquitos, no sabemos cómo explicarles lo que pasó, que ya no va a tener más las siestas que compartía con el abuelo. Este chico nunca más se va a olvidar la cara de mi papá”, prometió Joana, la hija mayor de Oscar y Fabiana Lucero.

 “Este caso va a ser diferente, va a ser diferente –dio su palabra la chica–. He perdido gente conocida en hechos de este tipo, que quedan en nada. Fui la última persona que lo vio cuando se fue de casa. Y, como todos los días a las 14:15, lo esperaba para almorzar. Iba a la empresa e iba a mi casa, a comer. Tipo 14, cuando estábamos en la mesa con mi mamá y mi hermano, nos avisaron lo que había pasado”.

Sobre la pared naranja y sobre la vidriera de la distribuidora de bebidas y productos para panificación, los parientes pegaron los carteles que habían llevado impresos. Uno, con una foto de Oscar, decía “Siempre me llevarás en tu mente”. El otro “Impunes …!!! Oscar Lanza, QEPD 11/01/17. Ellos me quitaron la vida!!!”. Bajo esta inscripción, la foto y el nombre del adolescente que manejaba la Volkswagen Amarok blanca que chocó y arrastró la Yamaha Crypton azul de Lanza. Y la foto y el nombre del padre del chico.

Desde el comienzo, familiares de la víctima opinaron que, si el adolescente no puede, por su edad, hacer frente a las consecuencias de su conducta, debería hacerlo su papá, ya que él le dio el permiso y una responsabilidad que no supo llevar adelante.

El Diario no hace pública la identidad del chico, debido a que es menor.

Fabiana, esposa del preventista, también estuvo ayer en la fachada de la distribuidora. Apenas pronunció palabra, quizás por timidez, quizás afectada por la situación, o por ambas razones. Sólo dijo que pasó más de treinta años con Oscar, con quien tuvo a sus cuatro hijos: Joana, de 29, Andrés, de 26, Celeste de 25, y Pamela, de 24. Sólo los dos mayores estuvieron presentes.

También fueron Laura, hermana mayor de Oscar, y Graciela y Mónica, sus hermanas por parte de padre, además de sobrinos y otros allegados.

El abogado Lazart le comentó a este medio que hoy a primera hora de la mañana podrá ver lo incorporado al expediente. Dada la edad del imputado, la causa tramita en el Juzgado de Familia y Menores N° 1, a cargo de la jueza Estela Inés Bustos. Y por el mismo motivo, el acceso a las actuaciones está restringido.

“Por lo que hay hasta ahora en la causa ¿cuáles son los elementos por los que usted sostiene que el hecho encuadra como un homicidio con dolo eventual?, le preguntó El Diario. “La clave son los testimonios. Hay cuatro testigos, que en su momento pediré que sean citados. Es gente de la zona, que vio pasar a este chico en varias oportunidades en esa misma camioneta por esa esquina, sin tomar precauciones, sin frenar y sin respetar las prioridades de paso y las normas de tránsito. Y, en este caso, se dan tres factores. Uno, iba en un rodado mayor, por lo que debía tener más diligencia al conducir. La ley así lo exige. Dos, su carácter de embistente, lo que hace presumir que primero llegó la moto al cruce, y él después. Y, en tercer lugar, violó la prioridad de paso de la moto, que se aproximaba por la derecha. Todo ello lo hace responsable penal y civilmente”, resumió. Dijo que a esto podría sumarse otra circunstancia, que le llegó por una versión extraoficial, que busca confirmar: que el chico ya fue parte de hechos similares, sólo que sin final trágico, en los que tuvo una conducta parecida.