El 15 de diciembre pasado el polémico local que solía vender bebidas alcohólicas fuera del horario permitido recibió la faja de clausura definitiva después de un número récord de medidas preventivas. Pero en ese mismo lugar, los inspectores descubrieron que habían falseado los datos de una habilitación comercial y habían vuelto a abrir sus puertas bajo el nombre de una hermana del titular anterior. La irregularidad llegó hasta el punto de que quisieron hacer figurar como dirección comercial una vereda que en realidad corresponde a la plaza San Martín.
El increíble periplo de “Beverage” (tal el nombre anterior) parecía haber llegado a su fin el año pasado, cuando después de un total de dieciséis clausuras preventivas y un largo litigio la Justicia de Faltas dictó la clausura definitiva, una medida que no es muy común y que reflejaba la gravedad de los incumplimientos reiterados. Pero ahora los inspectores municipales lograron descubrir que otra vez allí funcionaba un quiosco, que había tramitado un familiar del anterior propietario, con el ingreso de información falsa a través del nuevo sistema de habilitación comercial “expres” (ver recuadro Habilitación).
“Nosotros constatamos toda la información que cada comerciante ingresa por este sistema y la verificamos en inspecciones. En este caso advertimos primero que habían colocado como dirección Curupaytí 9, que es imposible porque es la plaza San Martín (frente al local en cuestión)”, explicó Silvia Acosta, al frente del programa Unidad de Control e Inspección Municipal (Ucim).
Ante la posibilidad de un error de tipeo en la carga de los datos que la persona que solicitó la habilitación pudiere haber tenido, los inspectores verificaron al frente. Aún con el cartel del nombre del comercio que había recibido la clausura definitiva, en el mismo lugar funcionaba ahora un quiosco, con más irregularidades.
“Nos dijeron que hubo un error de tipeo, y que en realidad este negocio funcionaba en Curupay-tí 6 pero allí no había nada. El quiosco estaba montado al lado, en Curupaytí 10, donde habíamos clausurado el otro local. Además había otra serie de irregularidades, y hasta el matafuego tenía el nombre ‘Beverage”, dijo Acosta.
Los inspectores volvieron a colocar el martes por la noche una faja de clausura preventiva sobre el local que posee un triste récord de violación a las ordenanzas, especialmente vinculados a la venta de alcohol de manera irregular, y que está ubicado frente a una de las plazas más concurridas, a metros del Concejo Deliberante y de la propia Municipalidad. Todas las actuaciones fueron remitidas al Juzgado de Faltas para que analice la situación y resuelva sobre el tema. “Este caso también sirve para que la comunidad entienda que hacemos los controles, que los datos que se cargan con esta nueva habilitación comercial que puede tramitarse es una declaración jurada y que ante un falseo en los datos podemos realizar la clausura”, dijo la jefa del programa de inspectores.
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