Laura Figueredo, una belleza con clase

Su belleza no pasó desapercibida al caminar por el bulevar de la avenida Illia, su paso estilizado, su metro ochenta, los ojos claros y el cabello corto la delataban: la modelo Laura Figueredo volvió a la capital.
“Me encanta San Luis”, dijo sin dudar Laura de una ciudad que visitó varias veces y donde “te desconectás totalmente de lo que es Buenos Aires”, mientras unas adolescentes le pedían selfies. Figueredo sonrió después de cada foto y como todos los turistas satisfechos, volvió a elogiar a la provincia, “San Luis tiene eso que es tan diferente al resto de las demás provincias, cómo trabajan, cómo crecen día a día, cada vez que la visito la veo más linda”, remarcó la longilínea modelo, “me encanta disfrutarlo”. Debido a su complexión física, “Malala” Figueredo es requerida por las grandes firmas del país, de Milán y París, para desfiles de alta costura, vestidos de noche, fiestas y novias, además de las nuevas tendencias de los influencers y los hipsters.
Para ella en la moda hay que sorprender: “Cuando pensamos que hay mujeres que no lo van a lograr porque no cumplen tal vez con el estereotipo de la moda, para mí es un mito”, destacó la profesional, acostumbrada a ver cómo distintos físicos y estilos coparon las pasarelas donde lo que importa “pasa más por la actitud”, dijo segura. Ya que “cualquier chica puede ser modelo y vender o hacer publicidad y desfiles, fotos y producciones”, especificó Laura, una top model con una vida muy activa en cuanto a desfiles y campañas graficas, y por esa razón volvió a San Luis (ver “Secretos…”).
A su lado, la directora de la academia "Vidal Rivas Fashion School", Florencia Piñeiro, comentó que está a gusto con la presencia de Figueredo, “ella nos enseña lo que se usa en el mundo de la moda porque siempre es actual, sabe cómo salir para triunfar porque tiene todas esas herramientas” elogió Flor.
Después de sonreír agradecida, María Laura contó que a las mujeres “nos gusta ser femeninas, combinar las ropas con el make up y el cabello”, ejemplificó con certeza sobre la coquetería, porque sabe que lo importante es la actitud: “Somos todas tan diferentes porque no somos perfectas y siempre hay que buscar lo más bonito de una”.
Sencilla y consejera, experta y bonita, María Laura Figueredo otra vez llamó la atención por las calles del centro puntano.