Para un forense, Lucas Bolotti no pudo haberse alejado mucho

Un forense que participó días atrás de una inspección en el loteo donde Lucas Bolotti fue visto por última vez el miércoles 19 de julio, compartió con la jueza Penal de Concarán, Patricia Besso, una impresión. Le dijo que, por el problema de salud que presenta –además de un retraso madurativo tiene poco tono muscular– el muchacho de 24 años no puede haber caminado tanto, y, por ende, haberse alejado mucho del terreno en el que su madre y su padrastro construyen una casa, en el paraje El Recuerdo, de Papagayos. De ahí, según los familiares, desapareció ese día a media mañana. Por ello, el hecho de que en los reiterados y amplios rastrillajes realizados en estos días los investigadores no hayan encontrado al chico, o alguno de los elementos que llevaba, tales como sus lentes recetados o un camioncito de juguete, no es alentador. Más bien todo lo contrario. 

El sábado, en un contacto telefónico con El Diario, la magistrado confirmó que el jueves 27 –cuando se cumplía el octavo día de búsqueda– estuvo en el predio donde tienen su propiedad los allegados de Lucas. Estuvieron, además, el fiscal de instrucción Carlos Leloutre, el forense de la Tercera Circunscripción Judicial, Gustavo Lafourcade, peritos de Criminalística y policías de la Unidad Regional III, enumeró el jefe de la mencionada unidad, comisario mayor Gustavo Ortiz.

La jueza Besso estaba de licencia cuando comenzó la búsqueda. Retomó la actividad el lunes 24. Por ello, si bien había sido notificada por la Policía de las novedades del caso, la magistrado resolvió ir, para conocer el lugar y tener una impresión de primera mano. En esa circunstancia, la madre de Lucas, Estella, le indicó a Besso dónde estaba ella y dónde estaba el muchacho cuando se perdió. Entonces hicieron un recorrido.

Días atrás, el padrastro, Víctor Kravitz, le contó a El Diario que el chico jugaba a unos metros de la vivienda y que, unos minutos después, al observar hacia el sitio donde estaba, ya no lo vio.

La del jueves pasado no fue la primera oportunidad en la que se encontró con los familiares del chico, dijo la jueza. Previamente, ellos estuvieron en el juzgado Penal de Concarán.

El propósito de la inspección fue “ver el lugar, conocerlo y, en base a eso, ver qué otras decisiones puedo tomar, qué otros aportes se pueden hacer”, refirió Besso. Anticipó que esta semana ordenará algunas medidas, algunas relacionadas a la búsqueda en terreno, y otras vinculadas a otras averiguaciones. Pero no quiso hacerlas públicas.

Las actuaciones que la Subcomisaría 16ª de Villa Larca abrió tras recibir la solicitud de paradero de los familiares aún no llegan a la magistrado. Pero Besso aclaró que tiene conocimiento de cuáles son las declaraciones tomadas. No habría otras personas, aparte de la familia, que hayan visto a Lucas el miércoles 19. Sí hay unos conocidos que lo han visto el día previo, a las siete de la tarde, aproximadamente.

En el tiempo que lleva desaparecido, la búsqueda se ha mantenido activa, aseguró el jefe de la Unidad Regional III. Algunos días, llegaron a participar 140 personas en el operativo, incluyendo vecinos, bomberos, personal de Defensa Civil, guías de perros rastreadores y baqueanos, además de policías. También se valieron de drones, un avión y un helicóptero.

“Puede haber bajado la cantidad de personal implicado, pero nunca dejamos de buscarlo. E inclusive han quedado efectivos que realizan vigilancia en la casa y están a disposición de la madre y el padrastro. También hay personal de la unidad, de la Brigada de Investigaciones, que está comisionada para trabajar en el caso. Días atrás surgió el dato de que habían visto al chico en la terminal de Merlo. La información fue chequeada, y no pudo acreditarse que haya estado allí. No ha llegado luego otro dato de ese tipo”, dijo.

Indicó que, por ahora, no hay elementos que permitan aseverar que en la desaparición estén implicados terceros, ya sea conocidos o desconocidos. De todos modos, “no podemos descartar nada”, aclaró. “La familia participa de la búsqueda con nosotros, está abierta a responder a todas las inquietudes que aparecen. Ha mostrado una actitud de colaboración”, contó.

“Como investigador, ¿qué hipótesis tiene, qué le parece que puede haber sucedido con este joven?”, le consultó este medio a Ortiz. “Muchas veces, suponer o conjeturar es el error del investigador. Por ahora, no tengo los elementos suficientes para aventurarme en una hipótesis. No es de profesional hacerlo, porque no tenemos certeza de casi nada”,  respondió.