Un aplauso para las asadoras: Margarita y Patricia representaron a San Luis

Patricia Ojeda y Margarita Messinger, dos puntanas aficionadas a hacer asados en sus casas, compitieron de igual a igual con los más experimentados parrilleros de  todo el país  en el Campeonato Federal del Asado que llenó del más exquisito aroma y humo la avenida 9 de Julio  y lejos estuvieron de desentonar.

 

Si bien la estadística marca que Marcelo Herrera y Pablo Ramallo Oliva, de la provincia de Santa Fe fueron los ganadores de la segunda edición, – la primera fue ganada por una pareja mendocina- las asadoras sanluiseñas están más que conforme con la experiencia vivida en estos días y con los conocimientos adquiridos.

 

“El premio es para uno sólo y a diferencia del año pasado en este no hubo menciones especiales o un podio, de todas manera nadie nos quita esta experiencia maravillosa que vivimos”, relató Margarita en diálogo con El Diario.

 

Las puntanas se destacaban porque eran la única pareja de mujeres entre los 24 participantes. Había otra dama que hacia dupla con un hombre represenatando a Buenos Aires.

 

Las reglas fueron parejas para todos. Debían cocinar un vació de un kilo y medio, una tira de costilla ancha y una colita de cuadril. Podían optar entre leña y carbón y tenían a su disposición once condimentos.

 

Las puntanas eligieron realzar el sabor de la carne y dejar de lado los condimentos, apenas la sal necesaria y algún secreto, al menos en la costilla y el vacio, pero se la jugaron con una emulsión a base de limón para condimentar el cuadril. Los jurados, todos dueños de las más reconocidas parrillas porteñas, pasaron por todos los puestos degustando pero no dejaron muchas pistas. “Nos hubiera gustado que sean más abiertos, que charlen un poco más”, se lamentó Margarita.

 

De todos modos la experiencia de estar con grandes cocineros que se dedican de manera profesional a la gastronomía, conocer algunos trucos para poder agasajar a parientes y amigos en la próxima juntada es algo que les quedará para toda la vida.

 

Un aplauso para las asadoras.