Unos 70 animales de un refugio corren peligro de quedar en la calle
El Arka tiene dos sedes, una en la calle Don Bosco al 1700 y la otra en el barrio Eva Perón. En las dos están al borde del desalojo.
"No los voy a abandonar, si no me queda otra tendré que irme con los 30 animales a la plaza Pringles. Va a ser muy feo que haya una proteccionista instalada ahí", dijo Griselda Cabral que ya perdió la esperanza de conseguir un lugar para continuar su labor como rescatista de mascotas abandonadas. Hasta el momento tiene 70 animales en dos refugios, uno en Don Bosco y Martín Güemes, y el otro en el barrio Eva Perón.
El dueño de la casa de la calle Don Bosco al 1700, donde convive con su esposo y la treintena de perros y gatos, ya no quiere renovarles el contrato de alquiler y les pidió que se busquen otro lugar. "La verdad que siempre se portó muy bien con nosotros, pero estamos quedando muy mal con él porque no tenemos a donde ir", explicó Cabral y agregó que hace bastante tiempo que están escapando al desalojo que ahora es inminente.
"Lo que pedimos es que se nos done un terreno cerca de la ciudad para poder poner la fundación, nosotros nos encargamos de construir el lugar", manifestó la proteccionista. Además contó que en el barrio Eva Perón está la otra parte de El Arka. "Allí tenemos unos 40 animales. Ese lugar también corre peligro de desaparecer. Los terrenos son de la Municipalidad ahora -antes eran de una señora que murió- y en cualquier momento nos echan", expresó con indignación.
Cabral, que trabaja en esto desde el 2011, afirmó que "el lugar lo queremos para poner la protectora, no para hacernos una casa nosotros. Queremos seguir trabajando y rescatar animales. Hoy no tenemos las instalaciones que queremos, pero estamos dispuestos a poner de nuestro tiempo, dinero y esfuerzo personal para construirlo. Pero nos es imposible pagar el terreno y la construcción a la vez".
"La canera no tiene las instalaciones para estos animales. Igualmente la Municipalidad siempre nos dio la espalda cuando le pedimos ayuda. El único que nos hizo caso fue el senador Adolfo Rodríguez Saá. Es el único de todos los políticos que nos ha escuchado por lo menos, los demás hicieron como si no existiéramos", relató con tristeza.
Lo primero que quiere transmitir a la gente Cabral es la importancia de castrar a las mascotas, como lo principal para ayudarla. "Después les pido si nos pueden ayudar con materiales de construcción como alambrado olímpico, postes y chapas", solicitó y agregó: "A los perros no los voy a dejar en la calle, yo me mudo con ellos".
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