El abogado apuñalado le dijo a su madre que lo hirió el no vidente

El jueves, antes de ser trasladado de urgencia al Hospital San Luis, Ernesto Fabián Zárate alcanzó a decir dos cosas: que no quería morir y que quien lo había apuñalado había sido “el ciego”. Lo oyeron su madre, un policía, una enfermera y una médica, testimonios clave para que el juez Penal 1 ordenara la detención de Luis Ariel Vera, un joven no vidente que suele cantar canciones cristianas en el centro puntano. Hoy, el sospechoso sería indagado por la jueza subrogante Virginia Palacios.

Hay cierta expectativa por la versión que pueda llegar a dar Vera, que tiene 31 años y llegó a San Luis a mediados de 2016 según él mismo le contó a El Diario en mayo del año pasado, cuando este medio lo entrevistó por su actividad como artista callejero.

Y aunque haga valer su derecho de abstenerse a declarar, los investigadores tendrán la posibilidad de sumar un testimonio clave a la causa, el de la víctima, que el viernes a última hora fue desconectado del respirador y ayer pasó a una sala común, donde se recupera “sin ningún tipo de compromiso fisiológico ni neurológico”, informó ayer el director del Hospital San Luis, Leonel Anello.

El jueves, antes que lo indujeran en un coma farmacológico para operarlo y transfundirlo, Zárate repitió una y otra vez en el living de su casa que quien lo había atacado había sido Vera. “Fue él, el ciego”, le respondió al subcomisario Fernando Villegas, uno de los primeros policías en llegar a la escena del crimen, y a la médica del Sempro Greice Santos Da Silva, que lo asistió junto a una enfermera de apellido Páez.
 

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