Un orgullo puntano que eclipsa “La Feliz”

En los Juegos Evita, todos los ojos lo miran a él, que sortea las barreras con una capacidad asombrosa y emociona desde la pasión que le permite dibujar en su imaginación las jugadas más ingeniosas, esas que sólo ven los que están más allá de la ficha que se mueve.

Los Juegos Nacionales Evita 2018 tienen siete disciplinas adaptadas, pero el puntano Marcos Ortiz, pese a su condición de no vidente, es una de las figuras del torneo convencional de ajedrez.

Con 16 años, el representante de San Luis es fruto de un programa que la provincia lanzó en 2005 en las escuelas, con el foco en lo social.

"En el medio de la búsqueda de chicos ciegos, dimos con Marcos. Varios se acercaron al programa, pero ninguno con la misma pasión que él. Eso lo trajo hasta acá", cuenta Ari Roger Rivero, del Programa Ajedrez Universidad de La Punta, que impulsó la carrera del joven.

Marcos ya lleva cinco años jugando al ajedrez con un tablero adaptado, que le permite distinguir las piezas y los casilleros a través del tacto. De esta manera, va formándose un esquema en la mente y puede organizar sus estrategias.

La llegada de Ortiz a los Evita no fue por impulso del programa, sino por su capacidad deportiva, ya que de los 611 aspirantes de San Luis, él quedó cuarto en la final presencial que tuvo a 80 competidores.

Ahora, en los Juegos Nacionales, el puntano enfrenta una desventaja clara: el juego es por tiempo y no tiene tanto margen para poder organizarse entre el tacto para poder identificar cómo está el tablero y la decisión de qué movimiento realizar.

"Tengo que tener el tablero más en la mente y recordar las posiciones lo mejor posible para no perderme. Me gusta pensar estrategias. Pienso que los Juegos Nacionales Evita son muy buenos porque puedo viajar y conocer a chicos de todo el país, y además puedo mostrar lo que hago", reconoció.

Este año, el atleta Sub 16 tiene un desafío muy particular en su provincia, porque del 3 al 8 de noviembre se realizará el Campeonato Panamericano de Ajedrez para Ciegos, con la participación de 50 jugadores de diez países.

"Tomo estos Evita como un entrenamiento intenso para llegar lo mejor posible al Panamericano. Voy a ponerle todas las pilas para ver si puedo estar entre los diez mejores. Voy a buscar llegar lo más lejos posible", contó, ilusionado, en declaraciones al sitio especializado Paradeportes.

De esta manera, el ajedrez de los Juegos Nacionales Evita cuenta con un deportista que refleja uno de los principales valores que se tratan de impulsar: la inclusión.

Leandro Plotinsky, coordinador de la disciplina en los Juegos, se enorgulleció de poder tenerlo: "Contar con Marcos en los Evita es un placer. Nos permite demostrar que todo el que quiere jugar ajedrez puede hacerlo, sirve como ejemplo y motivación para los demás chicos y, sobre todo, nos enseña a todos que no hay límites".

NA