Reabrió la fábrica de alfombras con el sello de la puntanidad
En las instalaciones de la planta de producción "Tecla Funes" de La Punta, trabajan unas 20 personas.
La provincia inauguró un nuevo circuito social y cultural con la reapertura de la fábrica de alfombras artesanales que llevarán el sello de la puntanidad. La nueva planta de producción bautizada "Tecla Funes", quedó inaugurada este viernes en La Punta, ciudad donde el Gobierno decidió trasladar las instalaciones que anteriormente funcionaban sobre la calle 25 de Mayo, entre Rivadavia y San Martín.
La puesta en funcionamiento fue por la tarde en el predio Espacio Contemporáneo y contó con la participación del gobernador, Alberto Rodríguez Saá, quien a mediados de año anunció la refuncionalización de la fábrica a través del megaplan "Sueños Puntanos", con fondos utilizados para rescatar y revalorizar el patrimonio histórico y cultural de la provincia, como también para lograr la inclusión, formación y transmisión del tejido artesanal a las nuevas generaciones.
"Hemos trabajado en los últimos cinco meses para llegar a esta inauguración, que estamos celebrando con mucha alegría porque tiene que ver con la política del gobierno provincial de rescatar el valor patrimonial de la técnica del tejido en los telares verticales", explicó la jefa de Programa Cultura, Silvia Rapisarda, quien agregó que la planta de trabajadores y aprendices está integrada por veinte personas, una cifra que duplicarán al finalizar el receso de verano, principalmente para el dictado de los talleres.
En su ingreso, la fábrica ubicada en el predio Espacio Contemporáneo, situado en el cruce de las avenidas Universitaria y Serrana, cuenta con una pequeña exposición de herramientas clásicas utilizadas para el tejido, como también con una gigantografía de Tecla Funes, la tejedora oriunda de Nogolí que ejerció en el oficio hasta prácticamente su fallecimiento en 1962. El responsable de rescatar la memoria y el legado de la mujer fue tarea de otro puntano, el escritor e historiador, Jesús Liberato Tobares, quien aseguró a El Diario de la República que la vio trabajar con hilos y lana por última vez a sus 100 años.
"Es una alegría muy grande compartir este momento y saber que la fábrica lleva el nombre de mi abuela, es una emoción muy grande. Ella trabajó mucho en su vida, lo hizo hasta uno o dos meses antes de morir en los telares rústicos de esa época", aseguró la nieta de Tecla, Victoria Muñoz, una de las invitadas especiales que tuvo la jornada de celebración.
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