Encarcelaron a un hombre acusado de abusar a su nieta
El hecho ocurrió en 2015, cuando la víctima tenía siete años. La madre de la pequeña denunció a su propio padre, trasladado al penal este viernes.
Era domingo y todo el día la había invadido una sensación extraña: su hija estaba rara, como queriendo contarle algo que no se animaba. Preocupada, esa tarde decidió sentar a la pequeña para conversar hasta que la niña confesó, entre lágrimas, que su abuelo la había abusado en varias ocasiones. La revelación ocurrió el 19 de abril de 2015 y la madre de la víctima, hija biológica del abusador, denunció a su padre cinco días después. Este martes, la jueza Penal 3 de San Luis ordenó detener al sospechoso por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante y el viernes lo envió al penal con la convicción de que las pruebas lo comprometen.
El Diario no publicará el nombre del imputado, que tiene 55 años, para preservar la identidad de la víctima, que ahora tiene 10.
Además de la denuncia de la madre de la nena, la jueza Virginia Palacios se valió de la declaración de la menor en Cámara Gesell, donde relató que los abusos ocurrían “en la pieza…. en la casa de mi nona”.
Con los términos propios de una niña, la víctima describió que su abuelo la obligaba a practicarle sexo oral. “Él estaba acostado, me llamaba y después me hacía… me empezó a hacer cositas…”; “pasó más de una vez…eran iguales…”; “me sentía triste… porque es algo feo”, fueron algunos de sus dichos, que las psicólogas del Poder Judicial consideraron libres de fábula y parte de un relato coherente.
La jueza también consideró el relato de una hermana de la denunciante y tía de la víctima, que declaró en el juzgado que hace cinco años, cuando ella tenía 17, su padre la llamó a la habitación y la sorprendió estando totalmente desnudo.
El documento de procesamiento, Palacios expresó que las pruebas acumuladas conforman “una plataforma probatoria necesaria para tener por acreditada la existencia del hecho denunciado cuanto la autoría que en el mismo”. Sobre la decisión de encarcelarlo, la magistrado expresó que “la gravedad del delito atribuido” puede hacer suponer que el acusado pueda intentar eludir la acción de la justicia, evadirse o influenciar a los testigos para entorpecer el resto de la investigación.
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