El 70% de los que están en lista de espera necesitan un trasplante renal

Casi tres cuartos de los puntanos que están a la espera de un órgano que le permita continuar con  vida,  necesita un trasplante renal. Así lo confirman los datos del Centro Único Coordinador de Ablación e Implante (Cucai) San Luis, que indican que de las 118 puntanos que están inscriptos en el registro nacional del Incucai, 82 aguardan por un riñón.

"La provincia tiene entre 11 y 13 donantes por millón de habitantes. Si nos comparamos con la media nacional (13 por millón) es un buen número, pero no así si planteamos si sirve para abastecer la demanda. Un referente a nivel mundial es España, que históricamente tiene buenas cifras con 30 y 35 donantes, que se mantienen aunque cambien de gobierno, con lo que logran cubrir a los pacientes que requieren de un órgano y que están incluidos en la lista de espera", explicó la jefa del Cucai San Luis, Eugenia García.

Además, la titular del organismo dijo que en el país la donación está "estancada", con la misma cantidad de voluntarios "desde hace muchos años por distintos factores, principalmente porque los familiares de los que fallecen niegan que la persona era voluntaria".

"Si bien tenemos 118 personas en la lista de espera, hay que sumarle unas 150 más que están en proceso de inscripción que van a necesitar en algún momento un órgano. La demanda e indicación de trasplantes es cada vez mayor, sobre todo de hígado, porque los avances de la medicina hacen que se pueda detectar con anticipación las enfermedades", afirmó García.

"Hay muchas negativas para donar, el año pasado tuvimos el menor número de los últimos cinco años. Los factores son variados pero la familia es uno de los más importantes porque muchas veces se niegan a respetar la voluntad del fallecido. Eso pasa en aproximadamente la mitad de los casos", explicó la titular del Cucai San Luis.

La situación que describió García podría dar un giro legal por la introducción de la "Ley Justina", que, en términos generales,  busca que todos los mayores de edad en el país sean donantes, excepto que en vida expresen formalmente su desacuerdo. Otro de los puntos fuertes que introduce el  proyecto de ley es que los familiares del potencial donante no podrán revertir la decisión adoptada por el voluntario.

La propuesta que pretende modificar la legislación obtuvo, el 30 de mayo durante el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos, la media sanción por el voto unánime en el Senado de la Nación y ahora resta su debate en la Cámara Baja. Fue impulsado por el senador por La Pampa del bloque Cambiemos, Juan Carlos Marino, basada en el caso de Justina Lo Cane, la nena de 12 años incluida en la lista de espera que murió en noviembre, a la espera de un donante.

"Si la ley se promulga, la familia ya no va a tener más injerencia, directamente ingresaríamos al Registro Nacional del Donante y si la persona expresó su voluntad directamente procederíamos. Si figura como que expresó en negativo para donar, se respeta", explicó García.