El aeropuerto de la ciudad pide un canon de $60 mil a un club de paracaidistas

El Club de Paracaidistas de San Luis, de 49 años de historia, enfrenta horas difíciles. La semana pasada fueron intimados por el área comercial de Aeropuertos 2000, para que cesen sus actividades si no cumplen con una serie de condiciones, entre ellas pagar un canon de 60 mil pesos por la utilización de la pista. “Todo eso lo tenemos ahí desde el año '69, nunca hubo problemas”, afirmó el secretario de la entidad, Sebastián Aldaño, a El Diario de la República.

En la actualidad, la asociación, cuenta con comisión directiva, estatuto, cuota mensual, quince paracaidistas activos y dos pilotos. También tienen un hangar propio que está ubicado a escasos metros del aeropuerto, ubicado en la avenida Fuerza Aérea 3095. Por años, solicitaron los permisos de forma gratuita para utilizar la pista empleadas para los vuelos comerciales, con la única condición que no la usaran en los horarios en que estuvieran ocupados con los vuelos habituales.

“No estamos dentro de la zona del aeropuerto, ellos nos abren un alambrado y de ahí cruzamos el avión dentro de la pista. Teníamos que coordinar que no interrumpiera las actividades. Inclusive cuando hacíamos los saltos, que se hacían sobre el aeropuerto, no caíamos en la zona de operaciones”, explicó Aldaño.

Sin embargo, a partir del año pasado les advirtieron que se le cobraría un canon por usar las instalaciones. Hace tres meses, cuando los miembros del club quisieron renovar las credenciales anuales, las autoridades locales de Aeropuertos 2000 les negaron el trámite.

“Directamente nos dijeron que no, porque nos teníamos que hacer clientes, inscribirnos en un sistema. Nos pedían firmar un seguro y otras cosas como pagar el hangar, que nosotros construimos. Ahora nos intimaron con acciones legales, de ir a juicio si no regularizamos la deuda, cosa que nosotros nunca obtuvimos, porque nunca firmamos contrato. Vos no vas a ir contra Aeropuertos 2000 a hacerle juicio”, sostuvo Aldaño.  

Por temor a que el avión de la asociación, un Cessna 180 A con capacidad para cinco personas, quedara varado, lo trasladaron a Río Cuarto a un aeroclub amigo. Calculaban que antes del parate, realizaban saltos cada tres días. “Los fines de semana estábamos bastante, arrancábamos cuando se iba la aerolínea a la mañana y le pegábamos hasta que bajaba el sol”, señaló. Además de los quince paracaidistas que habitualmente participan de los lanzamientos, contaban también con dos pilotos. “Uno salió del Ente de Desarrollo Aeronáutico (EDA), en Santa Rosa de Conlara y el otro era un chico de Río Cuarto que venía por amor al avión y a ser paracaidista”, agregó.

“Somos la única institución de la provincia y un club social sin fines de lucro, todos tenemos nuestros trabajos, lo hacemos como un hobby y un deporte. Nosotros operamos en la pista, porque es la única pista habilitada acá en la ciudad para poder volar. Siempre tuvimos una convivencia pacífica. No contamos con la ayuda de nadie, todo esto lo hacemos a pulmón. Tenemos las cuotas y la plata es para mantener el avión y la infraestructura”, remarcó el paracaidista, quien dijo que enviaron documentación al Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos “para que vean que somos un club social”.

El encargado del aeropuerto,  Omar Blanco, dijo que no está autorizado para informar sobre las nuevas condiciones exigidas a los paracaidistas. Tampoco la Administración Nacional de Aviación Civil dio, al cierre de esta edición, una respuesta sobre un conflicto del que no hay antecedentes en el casi último medio siglo.