En la provincia hay más de cien Familias Solidarias

En la provincia de San Luis, hoy, 108 familias forman parte del programa, cuyo principal objetivo es reparar los derechos vulnerados de niños, niñas y adolescentes, como así también de personas con alguna discapacidad o adultos mayores, que por algún motivo deben ser retirados del seno familiar. “Cada vez que incorporamos una persona a Familia Solidaria es porque se ha vulnerado alguno de sus derechos. Por eso es tan importante el afecto y el cariño que les brindan; es fundamental acompañarlos. Además, siempre surgen dudas frente a chicos que llegan por situaciones de maltrato o abusos. Y este es un sistema de protección que necesitamos consolidar con las psicólogas y trabajadoras sociales, quienes nos fortalecen ante situaciones o conflictos que puedan surgir”, explicó Marcela Becerra, jefa del Programa Desarrollo Humano y Protección Social.

Aseguró que la cantidad de familias varía durante el año porque hay bajas y altas constantemente; y si bien están registradas en tres ciudades cabeceras —San Luis, Villa Mercedes y Merlo—, algunas de ellas están radicadas en localidades aledañas. Becerra aclaró que el régimen de tenencia de esos niños, niñas y adolescentes “es de manera transitoria y, de acuerdo al problema del que se trate, se estipula un tiempo. El convenio que se firma con cada familia es de seis meses, con la posibilidad de prorrogarlo por otros seis”. Asimismo, explicó que “el objetivo primordial es que puedan revincularse con sus familiares, y este es otro trabajo muy duro porque por todos los medios se trata de hacerlo con la familia biológica. Esto incluye a padres, abuelos, tíos y hasta primos”.

En caso de que no se logre, entonces se declara el estado de adoptabilidad: “Una vez que se comprobó que no pueden volver con su familia de origen, empieza a trabajar la Justicia. Muchos chicos han egresado del programa con su nueva familia adoptiva”. Además, la funcionaria confirmó que, el año pasado, ocho niños fueron adoptados por otras familias.

Si bien la mayoría de los casos son por pedido de la Justicia, también se reciben pedidos por generación espontánea, ya que como organismo de protección de derechos actúa, según la normativa vigente, con lo que requiere cada caso. “Trabajamos constantemente con los jueces de Familia, que nos envían oficios de incorporación; allí se pone en marcha la búsqueda de las que están en el registro —de acuerdo al perfil y a la cantidad de personas de las que se trate— porque más de una vez son dos o tres hermanitos”, señaló Becerra, y añadió que “hay familias que manifiestan alojar a bebés, otras a niños y niñas que vayan a la primaria, y algunas prefieren recibir adolescentes”.

Una vez que muestran su disposición, se busca a los chicos con los profesionales del programa y se concreta el traslado hacia la casa de la Familia Solidaria. “Siempre llegan acompañados de nuestros profesionales porque tenemos que explicarles la situación en la que estarán a partir de ahora. Es un trabajo muy intenso debido a que a veces tenemos 48 horas para la búsqueda y otros son pedidos urgentes que hay que resolver en el mismo momento. Para nosotros no hay horario, ni fines de semana, ni feriados; porque estos problemas no te lo permiten”.  

La jefa del Programa destacó que este año trabajaron con el Juzgado de Familia y el Registro Único de Adoptantes (RUA), de manera coordinada, "y logramos que cuatro hermanitos sean adoptados por una familia. Para eso, fue fundamental que trabajáramos en conjunto”.